No puede resistir a reproducir el primer párrafo del delicioso segundo capítulo, Caerse forma parte de crecer:
Todos tenemos algo de ingenieros, pues todos llevamos incorporados en nuestros huesos los principios que rigen máquinas y estructuras. Hemos aprendido a sostener nuestros cuerpos ante las fuerzas de la naturaleza del mismo modo que hemos aprendido a caminar. Calculamos la trayectoria de nuestros brazos y piernas con el ordenador de nuestro cerebro y atrapamos la pelota de béisbol o el balón de fútbol con mayor precisión que los interceptores de misiles de los más avanzados sistemas de armamento. De hecho, la evolución humana podría considerarse la mayor hazaña ingenieril de todos los tiempos. Y aunque parezca que hemos olvidado todo lo que un día supimos de los principios y la práctica de la ingeniería, las canciones infantiles y los cuentos de nuestra juventud corroboran que de hecho supimos bastante.
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Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que no se caía fue a llamar a otro elefante.