Los científicos han desarrollado un nuevo método para administrar insulina al cuerpo utilizando pequeños nanoportadores que encapsulan la insulina. Este método es más preciso y se puede consumir a través de una cápsula o dentro de un trozo de chocolate. La insulina encapsulada está protegida de ser descompuesta por el ácido del estómago y las enzimas digestivas, lo que le permite llegar de forma segura al hígado, donde se libera según sea necesario.
El nuevo método reduce el riesgo de efectos secundarios no deseados e hipoglucemia ya que la insulina se libera de forma controlada en función de los niveles de azúcar del cuerpo. Imita el proceso natural de liberación de insulina en personas sanas y se espera que tenga menos efectos secundarios en comparación con los métodos de inyección tradicionales.
La insulina oral ha sido probada con éxito en animales, mostrando resultados prometedores sin hipoglucemia, aumento de peso ni acumulación de grasa en el hígado. Se espera que los ensayos en humanos comiencen en 2025, con la posibilidad de que el nuevo medicamento esté disponible para el público dentro de 2 o 3 años.
La investigación fue publicada en la revista Nature Nanotechnology y destaca los esfuerzos de colaboración de varias instituciones, incluidas la Universidad de Sydney y la Universidad Ártica de Noruega.