En 2010, el ciclo de seminarios “Innovación en Atención Primaria”, organizado por la Fundación de Ciencias de la Salud y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) con apoyo de la Fundación Jordi Gol, gira en torno a la inteligencia sanitaria, entendiendo ésta como la selección y presentación de información y conocimiento que se hace a los profesionales sanitarios de cara al desarrollo de acciones dirigidas a la modificación de la salud de los pacientes y de las poblaciones en general en un sentido concreto. En este contexto, el pasado viernes, 11 de junio, tuvo lugar en la sede de la OMC (Plaza de las Cortes, 11) el segundo seminario del sexto ciclo, que trató específicamente de la aplicación de la inteligencia sanitaria en la gestión.
“Existe la inteligencia sanitaria necesaria para que los gestores propicien una innovación en el primer nivel asistencial, aunque está desubicada”, según comenta el doctor Ricard Meneu, director de la revista “Gestión Clínica y Sanitaria”. “Cuesta imaginar a algunos ilustres organismos colegiales, sociedades profesionales, y escasos colectivos de agrupación científica existentes en nuestro entorno configurando los instrumentos necesarios para lograr el despliegue de dicha inteligencia sanitaria”, añade. Al contrario, tales instituciones “debaten sobre el buen y el mal gobierno” y suelen dejar fuera las aplicaciones prácticas del conocimiento que poseen.
Según este experto, “necesitamos un mayor y mejor análisis de nuestras prácticas organizativas y de las necesidades de la población a la que servimos los médicos, una dinámica más inteligente de nuestros instrumentos de profesionalismo y un mejor manejo de nuestro diálogo con la población y de los canales que lo vehiculan”. También “debemos contribuir a que el sistema sanitario desarrolle herramientas donde tal inteligencia pueda operar sin muchas dificultades”, explica. “Más allá de las recetas genéricas de buen gobierno, la especificidad de una mejor gestión en atención primaria pasa por articular la voz de los profesionales clínicos mediante formas de inteligencia capaces de una interlocución desde los productos de esa inteligencia colectiva”, concluye.
Por su parte, el doctor Jorge Casas, gerente de Atención Primaria del Área 3 de Madrid, ha hablado del “siempre controvertido papel” del gerente de hospital o de área sanitaria. “Dejando a un lado los grandes hospitales de España, el resto de centros y áreas suelen contar con un gerente más tipo mando intermedio que piedra angular de la organización”, afirma. En último término, “la salud de la población de referencia de su Área ha de ser su principal ocupación desde el punto de vista estrictamente sanitario”. Pues bien, esta figura, “clave en el desarrollo empresarial y motor de la inteligencia sanitaria, sigue en muchos casos a expensas de ser nombrado o cesado por motivos totalmente extraprofesionales”.
La preocupación del día a día del gestor “está lejos del necesario planteamiento a medio-largo plazo”, según el doctor Casas. En muchos casos “le falta continuidad, perfil profesional, autoridad, independencia y evaluación de su proyecto”, explica. “Aunque se les ha dado a los gestores una mayor responsabilidad en el establecimiento de prioridades, éstos carecen del poder, de la autonomía y del conocimiento necesarios para alcanzar soluciones a largo plazo para los problemas de atención a la salud de las poblaciones”. Se necesita un estudio más detallado y riguroso de las prioridades a nivel local, y la aplicación del conocimiento que ya existe.