La investigación clínica actual requiere estándares de calidad para la protección del ser humano

Por Fat

La investigación biosanitaria ya no sólo se reduce a la búsqueda de nuevos medicamentos, sino que ahora implica la utilización de información genética, muestras biológicas y datos epidemiológicos de la historia clínica. Por lo tanto, hoy en día, la generación de conocimiento “implica más que nunca la necesidad de unos estándares de calidad para la protección de los seres humanos que contribuyen a ese fin”, explica el doctor Javier Júdez, jefe del Área de Investigación e Innovación Biosanitaria de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia y coordinador de la jornada “Presente y futuro de la ética de la investigación biosanitaria en España”. Organizada en colaboración con la Fundación de Ciencias de la Salud, la jornada “pretende ser un foro de debate profesional sobre una materia que es necesario revisar con cierta periodicidad”, explica el experto. En segundo lugar, la celebración de este acto “pretende promover el desarrollo de un programa formativo integral de 100 horas de duración dirigido específicamente a los profesionales del Servicio Murciano de Salud”, añade. Para ello, se elaborarán sendos materiales docentes “con los que ir respondiendo a los desafíos que se enmarcan dentro de la investigación biosanitaria”. Esta experiencia servirá de proyecto piloto para su posterior exportación a otras comunidades autónomas de nuestro país. Según el profesor Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud, “se ha avanzado enormemente en la ética de la investigación biosanitaria en España, pero aún queda mucho por hacer”. Tradicionalmente, la investigación y la práctica clínica se han visto como entidades diferentes y separadas. “En el futuro, ambas cosas acabarán identificándose, de tal manera que todo dato clínico se utilizará para investigar y mejorar la calidad de la asistencia”, afirma. En este contexto, los Comités Éticos de Investigación Clínica (CEIC) “han puesto demasiado empeño en comprobar si los protocolos cumplen los requisitos marcados por la ley, en detrimento de otros aspectos”. Los CEIC  “son los garantes de la corrección y la calidad de la investigación clínica”, explica el experto. “Su obligación fundamental no está ni con los promotores de los estudios ni con los centros participantes, sino con los sujetos de dichas investigaciones, a quienes debe proteger”, añade. Cualquier trabajo en este sentido ha de guiarse siempre por los principios éticos clásicos: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. Sin embargo, “la cuestión no está en cuáles son dichas premisas, sino en el modo en que se tienen que manejar en el análisis de los protocolos de investigación”. Todo esto “exige deliberación y prudencia”. La jornada se ha organizado con la colaboración de GlaxoSmithKline (GSK), Farmaindustria y el Programa de Cooperación en Investigación Clínica y Traslacional de Murcia, y ha sido inaugurada por la consejera de Sanidad y Política Social de la Región de Murcia, Mª Ángeles Palacios.