Pensad que nos tenemos que ir hasta el sigo XIX, la caja de petri (las típicas cajas de cultivo que salen en CSI) tenía tan sólo 10 añitos aproximadamente, la microbiología era todavía adolescente y la bioquímica iba en pañales. Beijerinck fue el artífice del elegante método que después describiremos, pero no debemos olvidar que fue un científico muy importante en la época y que destacó en campos como la botánica, la zoología, la microbiología además de asentar las bases de la virología moderna al trabajar por primera vez con el virus del mosaico del tabaco.
¿Pero cómo analizó la lactasa mediante quimioluminiscencia? A lo largo de sus descubrimientos microbiológicos se topó con una bacteria conocida como Photobacterium phosphoerum capaz de emitir luz cuando las hexosas (como glucosa, galactosa, o fructosa) estaban disponibles en el medio. No obstante la bacteria no era capaz de utilizar disacáridos como fuente de carbono, por tanto la lactosa no podía ser directamente utilizada por estas bacterias. Para demostrar la presencia de beta-galactosidasas en ciertos organismos estableció un experimento muy sencillo.
Ahora usamos sustratos cromogénicos como el X-Gal (azul), o el PNP-Gal (amarillo) pero no podemos olvidar que su descubrimiento se hizo gracias a un bioensayo brillante (y nunca mejor dicho).
Rouwenhorst RJ, Pronk JT, van Dijken JP (1989) The discovery of β-galactosidase. Trends Biochem Sci 14:416–418.