Las cosas nos irían mucho mejor si nos cuestionásemos más.Y es que esto pasa en muchos ámbitos de la vida, pero en el tema de la alimentación es especialmente alarmante.Nos creemos grandes mentiras a pies juntillas, sin ni siquiera planteárnoslas. Es lo que pasa con la leche de vaca. Es tóxica. Algunos, más atrevidos, dicen incluso que es veneno letal.
Pero ahí estamos todos, comprando tetrabriks por cajas, influenciados por la potente industria que hay montada a su alrededor, que nos avasalla a eslóganes engañosos, haciéndonos creer que es buena.¿Cuántas madres (incluida la mía) piensan que un buen vaso de leche es puro alimento, y lo más importante, mucho calcio? Prácticamente forma parte de nuestra cultura.Sobre todo de la cultura de occidente, puesto que en casi toda Asia del este y África consideran que la leche de vaca no es apta para el consumo humano.Tengo que decir que yo crecí a base de biberones de leche de vaca (no tuve la suerte de poder tomar teta), pero dejé de tomarla hace algo más de cinco años, la leche y prácticamente todos sus derivados. ¿Por qué?Porque su consumo tiene muchos efectos nocivos para la salud. En la red puedes encontrar infinidad de artículos e información sobre este tema, y creo que informarse es muy importante para luego poder tomar decisiones de manera consciente. Y más si es un alimento que estamos ofreciendo indiscriminadamente cada día a nuestros hijos.Aun así voy a hacerte un breve resumen:La leche es una secreción glandular (contiene nutrientes, anticuerpos y hormonas) presente en todos los mamíferos, que sirve para alimentar a la cría hasta que pueda alimentarse por sus propios medios. Una vez que esto pasa, la cría abandona la lactancia definitivamente. Ninguna especie (de las más de cinco mil especies de mamíferos que existen) continúa con el consumo de leche después del periodo de lactancia, salvo los seres humanos. De hecho los mamíferos adultos perdemos las enzimas que permiten la digestión de la leche, puesto que no las vamos a necesitar más. Nosotros, esto no lo tenemos en cuenta. Y no sólo seguimos consumiendo leche toda la vida, sino que ¡tomamos leche de otras especies!Hay que tener en cuenta que cada leche es específica para su especie, y su fórmula varía mucho de un animal a otro. Y la leche de vaca es para criar terneros, un animal muy diferente, que además tiene cuatro estómagos.Gran parte de los problemas relacionados con el consumo de leche se producen porque nuestro organismo no está adaptado para su digestión.Aunque obliguemos a nuestro cuerpo a adaptarse, las consecuencias para la salud siguen estando ahí: asma, rinitis alérgica, urticaria, alergia gastrointestinal,… Pero el efecto más visible (y fácil de demostrar) es que la leche de vaca produce mucosidad y todas las enfermedades relacionadas con el exceso de mucosidad en el organismo.Esto es debido principalmente a la caseína, una proteína muy presente en la leche de vaca y que obstruye nuestro sistema respiratorio.De hecho el moco es la reacción normal del organismo para protegerse de una proteína que no puede incorporar. Así entramos en un círculo vicioso; tomamos leche y el cuerpo continúa segregando mucosa, así el resfriado común se agrava hacia dolor de garganta, rinitis, sinusitis, bronquitis, otitis, neumonía y todas las infecciones de oídos con las que conviven los niños, a veces, durante toda la infancia.Si hacemos la prueba y eliminamos la leche, en la mayoría de los casos los síntomas (muy evidente además en los niños) mejoran rápidamente.Y respecto a los adultos, hay estudios y médicos, como el doctor Colin Campbell, que afirman que la proteína de la leche de vaca es la sustancia más cancerígena a la que estamos expuestos los seres humanos…En definitiva, no pretendo con esta entrada hacer un análisis profundo sobre por qué la leche es tóxica y cómo nos afecta a nuestra salud, como he mencionado antes, hay muchos libros y artículos que hablan de ello (en el rincón de libros mágicos os hablaré pronto de uno en especial que me sirvió mucho), pero sí quiero decir que es importante que nos cuestionemos un poco más sobre qué tipo de alimentos ingerimos y además ofrecemos a nuestros hijos. Además hay muchas alternativas, las leches vegetales (de avena, arroz, quinoa, almendras, avellanas,…) son deliciosas y afortunadamente ya las podemos encontrar con facilidad en cualquier supermercado. En casa solemos tener de dos o tres tipos y cada día tomamos una diferente, la que nos apetezca.Así que te invito a que te plantees tus hábitos respecto a la leche y mejores en salud y en bienestar, tuyos y de tu familia.<<No hay razones para consumir leche. Lo hacemos por costumbre y por cultura, por educación y porque es de fácil acceso en las estanterías del supermercado. Las poblaciones que consumen en pocas cantidades carne, leche, queso y huevos tienen las tasas más bajas de cáncer del mundo… - Laura Gutman. El desafío de nutrir a nuestros hijos >>
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