(13/01/2012, Varsovia, Reuters)
Un tribunal ha determinado este jueves que la Ley Marcial impuesta en Polonia desde 1981 hasta 1983 era parte de la estrategia criminal del Partido Comunista, al tiempo que ha rechazado el argumento de los acusados de que la promulgaron para evitar una invasión de los países miembro del Pacto de Varsovia.
La jueza Ewa Jethon ha apuntado que los comunistas polacos, liderados por el general Wojciech Jaruzelski, promulgaron la Ley Marcial a sabiendas de que era una violación de la legislación vigente hasta el momento.
Además, ha desmontado su principal argumento, señalando que “no hay ninguna duda de que cuando la Ley Marcial fue promulgada no había peligro directo de que se produjera una intervención armada de los miembros del Pacto de Varsovia en Polonia, ya que éstos esperaban que las autoridades polacas se encargaran de controlar la situación”.
A pesar de estas conclusiones, de los nueve acusados, Jethon ha excluido del proceso a Jaruzelski, de 88 años de edad, debido a su delicada salud; ha declarado inocente al entonces primer secretario del Partido Comunista, Stanislaw Kania, de 84; y ha suspendido la pena de dos años de prisión impuesta al entonces ministro del Interior, Czeslaw Kiszczak, de 86.
El juicio se ha retrasado dos horas y se ha cambiado de sala debido al alboroto provocado por los manifestantes. “¡Vergüenza!” y “`Asesino!”, han gritado a Kania, el único acusado presente. “¿Crees que esta sentencia es justa? Hasta un ladrón de bicicletas conseguiría una condenatoria”, ha dicho Grzegorz Dabrowski, uno de los manifestantes.
El proceso comenzó en 2008, impulsado por el Instituto Nacional de Memoria (IPN, por sus siglas en inglés), organismo estatal encargado de investigar los crímenes cometidos durante la ocupación nazi, primero, y comunista, después, en Polonia.
A lo largo del proceso, varios tribunales han debatido sobre los verdaderos fines con los que los dirigentes comunistas promulgaron la Ley Marcial, mediante la cual encarcelaron a cientos de disidentes, disolvieron Solidaridad –el primer sindicato polaco independiente–, impusieron el toque de queda y restringieron la libertad de movimiento de los civiles.