27/07/10
Anestesiólogos en conflicto Hospitales reclaman una solución urgente a la falta de anestesistas. Clarin.com / Perfil.com
Gobierno porteño admite que faltan unos 70 especialistas en los hospitales. Sin ellos, no se pueden hacer operaciones. Hubo dos partos forzados que fueron letales. Los médicos protestan. Por Gerardo Young
Clarín reconstruyó los dos casos con los expedientes judiciales y administrativos que investigan las muertes. De allí surgen los testimonios de médicos y víctimas (Ver Testimonios...), además de las pruebas documentales. El drama de la beba de Nora se presenta, con claridad, en su historia clínica. Allí figura su ingreso a las 11.20, luego los primeros estudios, el problema de la hemorragia, y un aviso del SAME de que no iban a poder acercar ningún especialista hasta después de las 14 horas. El SAME suele ir de hospital en hospital haciendo de “remise” para trasladar anestesiólogos. Pero claro, los tiempos médicos son voraces. A las 14.30, ya no se podía esperar más y el médico escribió en su informe: “Se decide parto vaginal por falta de anestesista. Paciente pasa a sala de partos”. 15 minutos después, la beba nacía muerta.
“Nora y Rogel (su marido) quedaron muy mal y se fueron a Cochabamba”, cuenta a Clarín Jorge, amigo y vecino de ellos en La Matanza. Los papás de la beba son bolivianos. Y volvieron a su tierra.
El gobierno porteño admite el problema, aunque jura estar trabajando para solucionarlo. En realidad, en 2008 se declaró la emergencia hospitalaria por este tema. Pero si ha cambiado en algo, no ha sido lo suficiente. Los médicos, que antes se quejaban en voz baja, han decidido romper el silencio y están acudiendo a la justicia. Denuncian a las autoridades de la ciudad (el Ministro de Salud es Jorge Lemus) por incumplimiento de los deberes del funcionario. La crisis ha estallado.
“Esto no se puede solucionar de un día para el otro. En los últimos dos años nombramos 169 anestiólogos y pensamos sumar más hacia fin de año”, dice Néstor Pérez Baliño, Jefe de gabinete del Ministerio de Salud porteño. Esa información es, sin embargo, relativizada por la Asociación de Anestesiólogos. Según su vicepresidente, Marcelo Campos, hubo nombramientos en 2007 que demoraron 15 meses en hacerse efectivos y otros en 2009 que tuvieron una demora de once meses. “Con semejantes tiempos, muchos de los designados no llegaron a ingresar a la Ciudad porque ya tenían otro trabajo”.
Veamos lo que ocurrió esta última semana. Las guardias de los hospitales empiezan a las dos de la tarde y duran hasta las ocho de la mañana siguiente. Este jueves, durante ese turno no hubo anestesiólogo en el hospital Penna. El miércoles, tampoco hubo en el Tornú ni en el Penna, según denuncias de los jefes de guardia a las que accedió Clarín. Y en la mayoría de los casos, hubo sólo uno donde debería haber dos o tres. En la madrugada del sábado, por ejemplo, sólo había uno en el hospital Fernández, acostumbrado a absorber buena parte de los accidentes de tránsito de la Ciudad.
¿Es nuevo este problema? En absoluto. Según Pérez Baliño, en enero de 2008, un mes después de asumir Mauricio Macri en la Ciudad, los hospitales “tenían un déficit de anestesiólogos del 50 por ciento”. Cierto o exagerado, todos los actores de la salud reconocen que la falta de anestesiólogos es vieja y además es federal: en todas la provincias ocurre. ¿Por qué, entonces, trasciende ahora? El desencadenante de la crisis fue un inesperado fallo judicial. El 3 de mayo pasado, la Cámara del Crimen de la Capital decidió procesar a los médicos que estaban a cargo de Marcela, la madre que perdió a su bebé en el Santojanni. Los procesó por “homicidio culposo” y la medida alcanzó al director del hospital. A partir de ese momento, hasta los directores de los hopistales se unieron en el reclamo. Las demandas son, ahora, cotidianas. Un ejemplo: el 16 de junio, se presentó en la Fiscalía de Instrucción 12, la jefa del Departamento materno infantil del Penna, Graciela Breccia. Sostuvo que “el hospital tiene 9 anestesiólogos para los 7 días de guardia, cuando debería tener 14”, y que también faltan anestesiólogos de planta, por lo que hay “una lista de espera quirúrgica de 80 pacientes”.
Los anestesiólogos que trabajan en la Ciudad están aglutinados en la Asociación de Anestesia, Analgesia y Reanimación de Buenos Aires (Aaarba). El diario Perfíl informó el sábado 19 de junio que la Comisión de Defensa de la Competencia denunció a esa agrupación por posición monopólica y dominante. Según la denuncia, Aaarba “restringe intencionalmente la cantidad de profesionales”. La llave que manejan es que dicta los cursos que luego habilita para ejercer la profesión. Dando pocos cupos, evitan que se sature el mercado y así logran que los anestesiólogos se coticen.
Consultado por Clarín, el vicepresidente de la Asociación argumentó que en el país hay 1.800 anestesiólogos, que la cantidad es suficiente y que el problema es del gobierno. “Hay 15 anestesiólogos de la Ciudad que no cobran hace un año”, se quejó Campos.
Ahí entra la puja económica. La Ciudad les paga a los anestesiólogos 1.150 pesos el turno de guardia, mientras que ellos pretenden cobrar 2.500. Es mucha plata, pero los anestesiólogos cobran todavía más en el sector privado. Por eso no es sencillo que acepten trabajar para los hospitales de la Ciudad.