La semana pasada tuve la ocasión de asistir a un evento donde participaban el diseñador asturiano Marcos Luengo y la fotógrafa Mercedes Blanco, compañera mía en muchos proyectos como ya sabéis. El evento se celebraba en el espacio Circus by Borja G. Finat, llamado así en honor al arquitecto que diseñó tal espacio y que por desgracia no pudo ver finalizada su obra. Ubicado en la planta baja del despacho de abogados ONTIER de Oviedo, Circus fue diseñado con forma circular de manera que los asistentes rodean a los ponentes y la charla se convierte en algo mucho más cercano y participativo.
El espacio se llenó por completo, las entradas habían volado en cuestión de horas. Y dio comienzo la charla “la lucha”, una pequeña entrevista de Mercedes a Marcos. Pudimos ver parte de su trabajo a través de la fotografía de Mercedes. Desde sus desfiles en la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week hasta las novias a las que Marcos ha vestido durante estos años.
Fue un coloquio muy ameno, donde no faltó el buen humor con el que Marcos logró salir airoso de las preguntas más capciosas de Mercedes. Capciosas desde el cariño, porque la admiración entre estos dos profesionales es mutua, y se nota.
Tampoco faltaron al evento algunas de las novias que Marcos había vestido y Mercedes fotografiado, como Mónica, con esa elegancia natural que le caracteriza.
Me encantan los diseños de Marcos Luengo, porque siento que diseña para una mujer real, no para un estereotipo en el que jamás me reconoceré. Diseños para mujeres seguras de sí mismas que, como él mismo señaló “les gusta lo bueno no porque parece bueno, sino porque lo es”.
Mientras miraba las fotografías de la MBMFW que proyectaron pensé un momento…Quién fuera modelo para llevar esos trajes. Pero deseché esa idea, la modelo poco me importaba. También pensé: Quién fuera Marcos Luengo para crear esos diseños. Incluso llegué a pensar: Quién fuera Mercedes Blanco para hacer esas fotos maravillosas.
Pero estaba equivocada, lo que yo quería era algo mucho más grande y egocéntrico.
Quién fuera esa tela, para que Marcos me transformara en magia y Mercedes me viera con esos ojos.