No hay nada comparable a disfrutar de la naturaleza “in situ”, con todos los sentidos funcionando y absorbiendo cada matiz del entorno. Pero lo que es seguro es que la plasticidad de estas imágenes no son lo que nos encontraríamos en la realidad. Este es el fruto de un trabajo de un montón de horas, de luces elegidas y escenarios estudiados, además de un montaje impecable que culmina en una visión pictórica de una naturaleza privilegiada. En resumen, una delicatessen para los sentidos pero sin tener que sufrir las “penalidades” del clima del Ártico.
Otra maravilla de Mr. TSO.