Cuando vamos por la mañana a la salida del Sol, debemos intentar entrar en contacto con su espíritu, porque el espíritu del Sol es el espíritu de Cristo, una emanación de Dios mismo. No basta pues con contemplar el Sol. Para entrar verdaderamente en contacto con la quintaesencia de su luz, es necesario que sea nuestro espíritu quien entre en él. En el instante que nuestro espíritu alcanza las orillas de la luz, algunas partículas de esta luz penetran en nosotros y recibimos la revelación del esplendor divino."Omraam Mikhaël Aïvanhov
Cuando vamos por la mañana a la salida del Sol, debemos intentar entrar en contacto con su espíritu, porque el espíritu del Sol es el espíritu de Cristo, una emanación de Dios mismo. No basta pues con contemplar el Sol. Para entrar verdaderamente en contacto con la quintaesencia de su luz, es necesario que sea nuestro espíritu quien entre en él. En el instante que nuestro espíritu alcanza las orillas de la luz, algunas partículas de esta luz penetran en nosotros y recibimos la revelación del esplendor divino."Omraam Mikhaël Aïvanhov