En la época en que Egipto comenzaba un áuge marítimo con el resto del mundo helénico, en el siglo III antes de Cristo, sus costas tan planas, sin relieve alguno que permitiera divisar bién el litoral, obligaron a los egipcios de la dinastía helénica a construir uno de los faros más grandiosos de la Historia. Frente a la ciudad fundada por Alejandro de Macedonia, Alejandría, existía una pequeña isla que se llamaba Faro. ¿Qué fue primero el nombre o la construcción? Cuenta una leyenda que el rey de Esparta, Menelao, llegó a la isla por primera vez y preguntó a un nativo cuál era el nombre del dueño, a lo que el egipcio contestó Pera'a, que significa Faraón en la lengua egipcia. Pero Menelao entendió Pharos, por lo que acabó llamándose así en griego la pequeña isla frente a Alejandría.
Sin embargo, a pesar de haber sido construido en el año 250 a.C, el Faro de Alejandría fue destruído por un terremoto en el siglo XIV de nuestra era, siendo imposible ya reconstruirlo al utilizar además sus demolidas piedras en 1480 un sultán de Egipto para levantar un fuerte. Así que, el Faro más antiguo aún en funcionamiento fue el que construyeron los romanos en el siglo II en la costa de Galicia (España), para ayudar a la navegación en aquellas difíciles y traicioneras aguas, La Torre de Hércules. Los fareros han sido los seres humanos más aislados que trabajo alguno les haya obligado nunca. Individuos que, a veces, han tenido que protagonizar historias y leyendas que aun hoy siguen siendo todo un misterio.
En 1899 se construyó un faro en la isla Eilean Mor, en las islas Flannen, en las Hébridas, Escocia, a casi treinta kilómetros de la costa más cercana. En este caso se consideró que en la pequeña isla estuviesen cuatro fareros, dada la lejanía del lugar. Cuando uno de ellos enfermó tuvo que ser sustituido por otro que llegó a la isla el 26 de diciembre de 1900. Su sorpresa fue creciendo al comprobar que ninguno de los tres compañeros se encontraban en la isla. Habían desaparecido. El consejo del Faro Norte dictaminó que los tres hombres habían sido arrastrados por una enorme ola. A pesar de la inconsistencia del dictamen, ¿cómo fue posible que los tres a la vez fuesen ahogados por el mar?, era la única explicación posible.
En las islas Bimini, en Bahamas, los fareros que atendían el Faro de Great Isaac Cay, pequeña isla en el extremo norte del archipiélago, desaparecieron en 1969. El 4 de agosto de ese año los guardacostas encontraron la isla desierta. Es cierto que un huracán, el Anna, pasó muy cerca de allí, aunque algunos afirmaron que antes incluso del 4 de agosto ya se había desviado la fuerza de la gran tormenta hacia el Atlántico. Desde entonces ya no ha vuelto a ser habitado ni utilizado.
En la costa suroccidental de Inglaterra se encuentra la localidad de Plymouth, y cerca de allí, cerca de unos acantilados abruptos, se sitúa el Faro de Eddystone. Enclavado en un lugar azotado por fuertes vientos y tormentas, se construyó en 1696. Una enorme tempestad destruyó el faro en 1703 y se reconstruyó, dada su importancia marítima, en 1706. El buque inglés Victory se estrelló contra unas rocas y no pudo impedir abatir la estructura del Faro de Eddystone en 1744. Pero las desgracias de este Faro no acabaron ahí, en 1755 se produjo un incendio que se desarrolló además por la gran cantidad de madera que parte de su construcción tenía.
Al parecer el farero, un sorprendente anciano de 94 años, al tratar de extinguir y apagar el fuego tuvo la desgracia de caer y, fatídicamente, tragar así parte del plomo derretido que se desprendió del tejado. Falleció a los pocos días y de su estómago, según cuentan en el Museo de Edimburgo, sacaron un lingote de plomo que se guarda, curiosamente, en ese mismo museo. Se volvió el Faro a reconstruir en 1759, pero unas grietas producidas por el lugar tan poco sólido en el que se situaba obligó a elegir un nuevo y resistente emplazamiento. Se asentó, entonces, sobre unas rocas más apropiadas en 1889, desde donde continúa hoy alumbrando y salvando a buques y barcos que navegan por allí.
(Cuadro del pintor actual ecuatoriano Manuel Leniz León Cedeño, El Faro; Óleo del pintor puntillista francés George Pierre Seurat, Final del embarcadero, Honfleur, 1886; Ilustración de una recreación del antiguo Faro de Alejandría; Fotografía del Faro de la isla Great Isaac Cay, Bahamas; Fotografía de principios del siglo XX del Faro de Eddystone, Plymouth; Fotografía actual del mismo Faro de Eddystone, con un helipuerto añadido; Fotografía de La Torre de Hércules, antiguo Faro romano aún en funcionamiento, La Coruña, España; Fotografía actual de la isla de Eilean Mor, Islas Flannan, Escocia, con su faro.)
Video de Faros y Olas Gigantes: