La mafia sindical no es
cosa de munequitos. Es un
problema que se ha generalizado.
¿Qué es un sindicato? Se puede definir como “una organización que agrupa personas que comparten una mismo interés profesional”.Los sindicatos son la modernización de las antiguas “cofradías” o “hermandades” laborales que tuvieron su surgimiento en la Edad Media. Cada sindicato busca, por lo menos así lo presenta, proteger los intereses de sus afiliados. Con poder suficiente para trastornar la rama que representan. En República Dominicana existen 3 sindicatos de influencia decisiva: el choferil, el de los médicos y el de los maestros (teníamos el del sector energético pero fue exitosamente desmantelado por el gobierno de Balaguer).Ahora; ¿son los sindicatos tan benignos como se piensa? En países como Estados Unidos, por ejemplo, se han vinculado a altos miembros de crimen organizado con los sindicatos, especialmente el de los transportistas. Uno de los nombres más conocidos es el de Jimmy Hoffa. En México, hace dos anos, se apreso a la presidenta del sindicato mexicano de profesores (un sindicato con tal poder que hacía pensar a la presidencia antes de tomar una decisión que no les conviniese), por cargos de mal uso de fondos y chantaje. En España el sindicalismo con tintes mafiosos permite asegurar que las contratas sean solo para sus miembros más influyentes[1]y también la practica deplorable de ataques contra sindicatos independientes a los ya conocidos[2].En nuestro país no pasan los constantes dolores de cabeza con FENATRANO, el sindicato de los transportistas, que en muchas ocasiones ha paralizado ciudades al llamar sorpresivamente a paros a sus afiliados. Los sindicatos son órganos vivos capaces de hacerle pasar un mal rato a gobierno y empresarios. Pero, y tomando la línea del título, como estos organismos pueden ser mecanismos para la práctica de acciones mafiosas. Bueno, sin treparnos por las ramas, podemos decir que los sindicatos, especialmente sus dirigentes, posee la capacidad de:- Presionar.- Imponer - ChantajearPresionan cuando amenazan al gobierno de medidas radicales para obtener sus deseos. Presionan a sus miembros al hacerles pensar que si no apoyan los reclamos son “traidores a su gremio”. Imponen su voluntad cuando llevan a cabo sus amenazas. Imponen su voluntad a sus miembros al no darles verdaderas alternativas de elección (no se ha fijado que en los sindicatos regentean las mismas caras) en lo que se refiere a elegir, quitar o dar sus aportes. Chantajean cuando hacen, como el caso de los transportistas, paros sorpresa que dejan varados a miles de trabajadores y estudiantes. En última instancia, son negocios que solo benefician a sus dirigentes. Los sindicatos son definidos como “organizaciones democráticas que se dedican negociar con los contratantes”. También se espera que tal democracia permita que sus miembros pertenezcan o no al mismo o colaboren monetariamente con el sindicato sin ser obligados a esto. ¿Ese espíritu será cierto? Pienso que no. Se puede decir que sus miembros “no tienen opción” en el momento para elegir estar o no en ellos. Por ejemplo, para abrirse paso en el sector educativo público dominicano, tienes que pertenecer a la ADP (virtualmente cuando te nombran pasas automáticamente a la misma y se te descuenta de tu sueldo para el sindicato) ¿Cómo es que una institución gubernamental descuenta dinero de sus empleados en beneficio de un sindicato? ¿Por qué los profesores no tienen elección de dar o dar dicha cuota de sus escuálidos sueldos? Se les vende a los educadores que si no pertenecen al sindicato, sus posibilidades de conseguir cosas es improbable. Ahora; ¿en que se invierte el dinero sacado? ¿En los profesores? Bueno muchos dirán que en los cursos, talleres y materiales usados en las sedes del sindicato… ¿Y lo demás? ¿En sueldos para los sindicalistas que representan a los educadores? Pero esto no es solo cosa del sector educativo. Como mencionamos antes, en transporte y salud aparecen sus vivos. Cada huelga lanzada por un sindicato ha demostrado que solo busca el beneficio de sus dirigentes. ¡Somos tan ingenuos de no creer eso! Cada huelga lanzada por FENTRANO, ADP o CMD y dejara en pleno fervor de los afiliados es sinónimo de que los dirigentes llegaron a acuerdo$$$$ que les beneficia. Cuando el gobierno “sati$$face" las expectativas de los dirigentes gremiales, estos no tienen problemas en llamar a “la paciencia” y la “espera”. Los sindicatos son un buen negocio. Los beneficios por parte de las cuotas de los afiliados y los “cariñitos” dados por el gobierno para mantenerlos sumisos son una buena entrada a los bolsillos. El sindicalismo en si es una buena idea. Muchos de sus dirigentes luchan en verdad por el bienestar de sus afiliados. Pero, como toda institución humana, no escapa de la corrupción y despotismo. No escapa de ser un medio de adquisición de dinero y manejo de influencias para cargos electivos. En este sentido es que un sindicato (cualquiera sea) se vuelve una ciudadela de mafiosos laborales. ¡Es bueno que se piense!