La malaria preexistente previene la infección secundaria por otra variedad de Plasmodium, al restringir la disponibilidad de hierro en el hígado del organismo infectado, según un estudio de la Universidad de Lisboa en Portugal que se publica en la edición digital de la revista Nature Medicine. La superinfección por las especies de Plasmodium múltiple no es común en niños muy pequeños a pesar de su bajo nivel de inmunidad al parásito. Para comprender por qué, los investigadores crearon un modelo experimental de superinfección por Plasmodium.
Los autores, dirigidos por Maria Mota, muestran que por encima de un umbral de parásitos en sangre, la fase de la infección en sangre frena el desarrollo de la fase hepática por la estimulación de la hepcidina del organismo infectado, la hormona reguladora del hígado. El aumento de la hepcidina reducía la disponibilidad de hierro en las células hepáticas, donde es esencial para el éxito del desarrollo de los parásitos en la fase de infección del hígado. En contraste, la suplementación con hierro aumentó el desarrollo de la fase hepática de las especies de Plasmodium superinfectadas.