¿Es necesario ir enseñando todo el sujetador por muy Givenchy que sea? ¿nadie le ha dicho que esos pantalones son un horror?
Comentario aparte merecen los complementos, botines de terciopelo y bolso peludo, poco apropiados para el calor que hace en Los Ángeles.
Y poco hay que decir de la gabardina-sábana xxl que se plantó Hailey Baldwin y con la que iba limpiando el suelo de por donde pasaba.
Veremos cuando dura esta amistad entre Kendall y Hailey, y cuantos nuevos estilismos dignos de admirar nos regalan.