La medicina molecular podría evitar la pérdida de visión y las enfermedades visuales relacionadas con la edad, que en la actualidad afectan a 17 millones de personas que podrían llegar a 55 millones en 2050. Así lo ha señalado el investigador Stuart Richer, del Centro Médico del Departamento de Asuntos Veteranos de Chicago, durante la X Reunión Anual y Conferencia Internacional sobre Últimas Tendencias en Avances Terapéuticos que se celebra en Chennai, India.
Según el doctor Richer, la medicina moderna está comenzando a evaluar los datos de los primeros casos donde la medicina convencional y los esfuerzos de la cirugía para restaurar la pérdida de visión han agotado sus posibilidades y la medicina molecular se ha empleado en uso compasivo.
Otras terapias nutricionales, que incluían el uso de antioxidantes, resultaron ineficaces. Sin embargo, la medicina molecular, en la que se emplean pequeñas partículas que pueden pasar a través de la retira e influir en la maquinaria genética dentro de las células vivas, parece ser muy prometedora, apunta.
Aunque esta terapia aún no se ha probado, los primeros datos indican que está justificado realizar mayores estudios en este campo. Los primeros casos tratados con medicina molecular muestran evidencias de que no sólo pueden preservar la vista de las pérdidas asociadas a la edad, también puede restaurar la visión perdida, sobre todo en los casos más severos de enfermedad en la retina, lo que se conoce como degeneración macular avanzada relacionada con la edad (DMAE), explica Richer.
"He documentado tres casos consecutivos donde la medicina molecular parece haber restaurado la arquitectura normal de la retina humana y logrado una mejora medible de la función visual que no puede conseguirse con medicina convencional", dice.
"En uno de estos casos, la visión mejoró cuando el paciente tomó un antioxidante mineral-quelante ('Longevinex') y se deterioró cuando el paciente dejó de utilizar este cocktel de antioxidantes, lo que sugiere la causa-efecto", añade.
-Confirmar fiabilidad y seguridad del enfoque
En el encuentro científico celebrado en Chennai, Richer ha mostrado las primeras placas fotográficas de retinas de personas mayores, dañadas, con manchas, hemorragias y una pobre circulación, que rejuvenecían y recuperaban su funcionalidad en relativamente poco tiempo.
"Sólo necesitamos repetir esto en un mayor ensayo clínico donde podamos determinar la fiabilidad y seguridad del enfoque. Esto puede ser logrados en un año, no necesitamos una década para validar de forma concluyente esta aproximación", anota.
Según Richer, "las pequeñas moléculas en el cóctel nutriceútico que se usaron, como resveratrol o quercetin --disponibles en un producto comercializado llamado 'Longevinex'-- parecen trabajar sinergicamente y con mayor poder en estudios animales de enfermedades de corazón, por lo que fue elegido para utilizar en uso compasivo en estos casos de enfermedad visual relacionada con la edad".
Hasta ahora, estos casos eran considerados por el especialista poco adecuados para terapia medicinal, que consiste en inyectar un factor anticrecimiento directamente en el ojo. "No existían opciones para estos pacientes", recuerda.
La posibilidad de usar una píldora en lugar de una inyección directamente en los ojos podría ser mejor acogida por los pacientes. Una píldora así podría costar menos de un dólar diario. Una terapia de fármacos inyectable podría costar unos 1.000 dólares (unos 772 euros) por inyección y se requieren con frecuencia seis o más inyecciones.
-Sin sustancias tóxicas
"Tenemos importantes evidencias de que la medicina molecular puede convertir un ataque al corazón mortal en un evento no mortal y acelerar la cura de un daño cardíaco. Ahora estamos comenzando a documentar que puede restaurar la pérdida de visión, lo suficiente para ayudar a los mayores a mantener un estilo de vida activo, que incluya la posibilidad de seguir conduciendo automóviles", señala.
El primer caso en el que Richer mostró que la medicina molecular conseguía mejorar la visión de un hombre de 80 años fue publicado en 'Optometry' en 2009.
Richer ha advertido a los pacientes con degeneración macular que sean juiciosos en el uso de los nutriceúticos, como las píldoras de resveratrol, ya que una dosis muy baja puede ser ineficaz y una gran dosis generar radicales libres y ser tóxica. La fórmula nutricéutica elegida para este estudio, a diferencia de otras píldoras de resveratrol, no es tóxica en ninguna dosis.
Resveratrol, conocida como la molécula del vino tinto, muestra propiedades casi mágicas, promoviendo la creación de nuevos vasos sanguíneos y agilizando así la cura tras un ataque al corazón. En la retina tiene el efecto opuesto, pues inhibe el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos que pueden destruir la visión.