No se engañen, no existe una tecnología médica que supere la comunicación. Podrán meternos en máquinas que vean las entretelas de nuestros cuerpos, introducirnos catéteres que lleguen a los rincones más insospechados, darnos medicamentos que actúen a nivel ortomolecular... pero si no nos explican bien qué nos está pasando y qué opciones tenemos la actuación médica será técnicamente correcta pero humanamente un desastre.
Lamentablemente la comunicación asistencial es una anécdota de la mayoría de los programas formativos en ciencias de la salud. A los profesionales sanitarios les suelen gustar más las maquinitas que el uso apropiado de la palabra. Es verdad que hay notorias excepciones, menos mal. También lo es que muchos profesionales están sobrepasados con cargas asistenciales desproporcionadas y que no tienen tiempo material para comunicar decentemente.
De momento les puedo decir que trato de mejorar esta faceta de mi práctica asistencial de forma continua. Nunca deja uno de aprender de sus pacientes. También les dijo que no les resultará fácil verme con unas gafas de google ni otras zarandajas. Para conectar con el paciente no necesitamos el nuevo "aifon", lo que sí es importante es recordar que para conectar bien con los demás antes se precisa conectar bien con uno mismo.
viñeta vía @mayorserrano