Cuestionar si estos olvidos son buenos o malos, es cuestionar realmente si nuestra naturaleza es o no sabia. Yo opino que, por definición, lo es. Y la memoria selectiva lo que trata es de dar prioridad a informaciones relevantes en detrimento de otras que, comparativamente, carecen de interés o incluso nos pueden dañar.
Por lo tanto, no nos deben preocupar, ni debemos tratar de evitar, estos supuestos "fallos" de la memoria. No podemos ir en contra de la naturaleza. Desarrollar o mejorar la memoria no pasa por evitar estos procesos. De cualquier forma, sería muy complicado.
¿Te ha ocurrido algo parecido alguna vez? Es un comportamiento asombroso de nuestra mente.
Veamos qué dice la ciencia acerca de la memoria selectiva...
Según corroboró en 2011 un grupo de científicos, la memoria selectiva existe realmente y de hecho podemos entrenar nuestra mente para olvidar completamente momentos desagradables. El estudio ha demostrado que cuando reprimimos este tipo de recuerdos durante un periodo suficientemente largo, puede suceder que los borremos completamente de nuestra mente.
Por medio de electroencefalogramas (EEG), los científicos han podido incluso identificar las partes del cerebro que permanecían activas cuando los voluntarios trataban activamente de olvidar algo.
También fueron capaces de aislar el momento exacto en que un recuerdo es "olvidado", y proponen que la supresión duradera de un recuerdo es una manera efectiva de borrarlo permanentemente.
Los autores del estudio, liderados por Gerd Thomas Waldhauser, de la Universidad Lund de Suecia, dicen que procedimentando esta técnica, podría ser muy útil para las personas que sufren depresión o estrés postraumático.
El profesor Waldhauser declaró que "los sentimientos 'olvidados' o reprimidos, a menudo se manifiestan como reacciones psicológicas. Nuestros voluntarios fueron entrenados para olvidar información neutra en un entorno conctrolado de laboratorio, pero sería más complicado entrenarlos para olvidar un acontecimiento traumático. Nuestro estudio no solamente ha demostrado que podemos olvidar cosas deliberadamente. A través de EEG, ha tratado de de capturar el momento exacto en que el recuerdo es inhibido, que es cuando el voluntario se autoimpone 'olvidarlo'.
"La inhibición de la memoria se debilita al cabo de unas pocas horas, pero cuanto más frecuente sea la supresión de información, más difícil será recuperarla".