La mitad de la población padecerá al menos un síncope a lo largo de su vida

Por Fat

La Sociedad Española de Cardiología (SEC) ha tenido una participación destacada en el ACC Summit (la Cumbre anual de la American College of Cardiology), a través de dos sesiones, un Simposio Almuerzo Internacional, con expertos, en el que se ha departido sobre los dispositivos de resincronización cardiaca y de asistencia ventricular para insuficiencia cardiaca como alternativa al trasplante de corazón, y una sesión conjunta, que ha contado como co-moderadores con los doctores Vicente Bertomeu, presidente de la SEC; Valentín Fuster, representante de la ACC; y Daniel Piñeiro, presidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología (SIC), donde se han abordado los problemas más relevantes que afectan a la Cardiología en la actualidad.

Para el doctor Bertomeu, "la SEC ha tenido una participación importante en esta cumbre de la ACC, que es una de las tres reuniones más prestigiosas de Cardiología que se celebran en el ámbito mundial, junto a la de la American Heart Association (AHA) y la de la European Society of Cardiologý (ESC)". La sesión conjunta de la SEC, la ACC y la SIC se ha celebrado bajo el lema 'Problemas relevantes en Cardiología-2012'. "El objetivo de esta sesión es debatir sobre temas comunes que afectan a nuestras sociedades científicas y los distintos trabajos de investigación, registros y proyectos relacionados con estos", informa Bertomeu. La ponencia con sello español que se ha presentado dentro de esta sesión ha sido 'Holter implantable. ¿Tenemos claras sus indicaciones?', a cargo de  Arcadio García-Alberola, miembro de la Sección de Electrofisiología y Arritmias de la SEC y jefe de sección de Cardiología del Hospital Universitario La Arrixaca, de Murcia. "El síncope es una situación muy frecuente. Prácticamente, la mitad de la población tiene al menos un síncope a lo largo de su vida. Cuando este síncope es aislado y el corazón es normal, suele tratarse de una situación benigna. Pero muchos pacientes sufren síncopes recurrentes que pueden causar lesiones por traumatismo y, en estos casos, o cuando existe además una enfermedad cardiaca de base, la situación puede ser peligrosa y nos preocupa", expone el doctor García-Alberola. Definir bien las indicaciones La función del Holter insertable es registrar de forma continua la actividad eléctrica del corazón de los pacientes que se encuentran en esta situación. Muchas veces, la colocación de este dispositivo es la única forma de estudiar y conocer las causas de estas arritmias y síncopes, pero hay que definir bien sus indicaciones, puesto que se trata de un procedimiento invasivo. "El Holter implantable está infrautilizado en ciertos grupos de pacientes, en concreto con síncopes recurrentes de origen desconocido y que no son de alto riesgo, de modo que no está indicado de entrada el implante de un desfibrilador o un marcapasos. El diagnóstico de estos pacientes suele ser difícil, y a menudo consume gran cantidad de recursos, ya que se repiten pruebas cardiológicas (Holter convencional, incluso cateterismos o estudios electrofisiológicos) y precisan periódicamente atención en urgencias e ingresos hospitalarios, lo que se podría evitar si se les implantara un Holter de forma relativamente precoz. En este sentido, son interesantes las conclusiones preliminares del Registro Español de Holter Implantable Reveal, en fase de publicación, avalado por la Sección de Arritmias de la SEC, en el que han participado 41 centros nacionales y que contiene datos de más de 700 pacientes", informa García-Alberola. Y, respecto a los costes, García-Alberola precisa que "aunque hay poca información en la literatura sobre análisis de costes por el uso del Holter implantable, el síncope recurrente es preocupante y empeora claramente la calidad de vida de los pacientes. En algunos estudios recientes se  concluye que su coste no se dispara de forma importante respecto al de los sistemas de diagnóstico convencional y, en cambio, la implantación precoz del Holter aumenta la calidad de vida de los pacientes que lo reciben". "Esta es una técnica que se utiliza desde hace años de forma habitual y generalizada, pero hoy en día existen otros métodos para registrar la actividad eléctrica del corazón. Ante las diferentes opciones posibles, los cardiólogos debemos indicar los procedimientos diagnósticos que sean más eficaces, a fin de evitar repetir exploraciones o hacer indicaciones inapropiadas. Es decir, debemos optimizar los recursos que tenemos y hacer las pruebas que sean estrictamente necesarias", explica por su parte el doctor Bertomeu. Optimizar la terapia de resincronización en insuficiencia cardiaca avanzada También ha habido participación española en el Simposio Lunch International que ha sido moderado por los doctores españoles Nicolás Manito y Juan Aranda. En ella, Juan F. Delgado, miembro de la Sección de Insuficiencia Cardiaca de la SEC y cardiólogo del Hospital 12 de Octubre de Madrid, ha sido uno de los ponentes de esta sesión con una ponencia sobre la terapia de resincronización cardiaca. La insuficiencia cardiaca (IC) es la fase terminal de muchas enfermedades mortales como el infarto agudo de miocardio y las arritmias, que ahora se pueden tratar y de las que se salva a muchos pacientes. En España, entre un uno y un cinco por ciento de la población la padece, según datos del estudio PRICE, publicado en Revista Española de Cardiología (REC) en 2008. La IC avanzada o insuficiencia refractaria es aquella que no responde al tratamiento estándar basado en la medicación y en normas dietéticas, lo que supone una limitación muy importante para los pacientes en esta fase avanzada de la enfermedad, ya que tienen muchos síntomas, no pueden realizar una actividad normal ni trabajar y tienen un pronóstico de vida limitado, con un promedio de supervivencia de entre uno y cinco años. Estas formas de IC son cada vez más frecuentes entre individuos más jóvenes, con una vida personal y laboral activa y plena, mientras que antes las padecían personas más mayores, a partir de los 70 o 75 años de vida. En los últimos años ha habido avances en el manejo de la IC avanzada, como los resincronizadores, aparecidos tras los desfibriladores implantables. Los resincronizadores envían un estímulo al corazón para que dé un latido de forma sincrónica, para que el corazón debilitado se exprima mejor. "Aproximadamente el 30 por ciento de los pacientes que padecen de insuficiencia cardiaca avanzada necesitan terapia de resincronización y esta debe estar en primera línea de tratamiento", puntualiza el  doctor Delgado. Sin embargo, el implante de uno de estos dispositivos de resincronización es un procedimiento invasivo, que no está exento de riesgo y que "se asocia a unos costes que, en la época actual, se tienen mucho más en cuenta. Además, al final del proceso, un 30 por ciento de los pacientes no responden a esta terapia, lo que resulta frustrante para el médico y el paciente. Pero, adecuadamente indicado y cuando hay respuesta, reduce la mortalidad, los reingresos y mejora la calidad de vida. Por tanto hemos de aceptar, hasta que podamos identificar a los no respondedores, esa tasa de éxito", explica Delgado. "La terapia de resincronización cardiaca es una técnica que, actualmente, está reconocida por los beneficios clínicos y la mejoría en mortalidad, capacidad funcional y calidad de vida que da a los pacientes con insuficiencia cardiaca. Su realización es compleja y los dispositivos que se utilizan son caros, por lo que es importante seleccionar bien a los pacientes, puesto que hay un porcentaje no despreciable de pacientes no respondedores. Por lo tanto, el reto para los próximos años en la terapia de resincronización cardiaca va a ser mejorar la selección de pacientes", valora Bertomeu. Sobre la selección correcta de pacientes, Delgado destaca que "no tenemos una forma definitiva de identificar a estos no respondedores antes del implante. Precisamente, uno de los retos más importantes que tenemos en relación a esta terapia es reducir la tasa de no respondedores. Tendremos que optimizar los implantes de los resincronizadores, es decir, asegurarnos de que los candidatos adecuados reciban esta terapia y de que en los pacientes de dudosa respuesta e indicación límite no se intente. También deberemos optimizar el implante de dispositivos que combinan la resincronización con desfibrilador. Añadir esta opción encarece considerablemente el dispositivo y debería reservarse para pacientes en los que sea estrictamente necesario, lo que no siempre está claro". **Publicado en "EL MEDICO INTERACTIVO"