La molécula que acaba con el VIH

Publicado el 01 noviembre 2014 por Miguel Angel Verde Valadez @arcangel_hjc
Enviado por Andrea ValdezDurante muchos años, miles de médicos y científicos alrededor de todo el mundo han estado luchando sin descanso contra esta enfermedad, convirtiéndolo sin duda en el mayor desafío de sus vidas. Sin embargo, finalmente, es probable que esta lucha haya llegado a su fin.
Estamos hablando del virus de la inmunodeficiencia humana, comúnmente conocido como VIH, precursor viral del SIDA, un virus evasivo que tiende a mutar constantemente y por esa razón, se convierte rápidamente en inmune a los medicamentos.
Pues bien, el asunto es que un grupo de científicos investigadores de la Universidad Drexel, en Filadelfia (EEUU), han descubierto una forma de evitar la propagación del virus y al mismo tiempo llevarlo a la autodestrucción. Esto consiste en la aplicación de una molécula conocida como “doble acción Inhibidora Virolítica (DAVEI, por sus siglas en la lengua inglesa)”, la cual, es capaz de destruir todas las células infectadas con VIH sin dañar a las que están saludables.
Hace tan solo unos pocos días, la ONUSIDA, la subdivisión de las Naciones Unidas que se encarga de organizar la lucha contra el VIH a nivel mundial, declaro que se encontraban cerca terminar con esta epidemia global, que podría concluirse alrrededor del año 2030. Probablemente su director adjunto, Luis Loures, hizo aquellas declaraciones porque tenía conocimiento del avance que se llevaba en dicha investigación.

Esta molécula se caracteriza por combinar componentes modificados de la inmunidad del VIH con una proteína que provoca que el virus renuncie a su protección. La molécula DAVEI se compone de dos partes principales: la región proximal de membrana externa (MPER), que se enlaza a las membranas virales, y cyanovarin (CVN), que se adhiere a la capa de la proteína del virus. Al juntarse, imitan las condiciones que se producen cuando se une a una célula. “Así, el truco de DAVEI es hacerle creer al virus que está a punto de infectar a una célula sana, cuando, lo que sucede en verdad, es que no hay nada para que se infecte. Solo libera su carga genética sin dañar nada y muere”, declaró el Dr. Cameron Abrams, profesor en la Facultad de Ingeniería de Drexel principal investigador de este proyecto.