"Declaro ante ustedes mi inconmovible fe y mi certeza de experiencia, respecto a que la muerte no detiene el futuro. Que la muerte por el contrario, modifica el estado provisorio de nuestra existencia para lanzarla bienaventuradamente hacia la trascendencia inmortal. Y no impongo mi certeza, ni mi fe inconmovible; y convivo con aquellos que se encuentran en estados diferentes respecto al sentido. Pero me obligo a brindar solidariamente el mensaje que reconozco, hace libre y feliz al ser humano.
Por ningún motivo eludo mi responsabilidad de expresar estas verdades, aunque tales fueran discutibles por quienes sufren la provisoriedad de la vida y temen el absurdo de la muerte. Por otra parte, jamás pregunto a otro por sus particulares creencias y, en todo caso, aunque defino con claridad mi posición respecto a este punto, proclamo para todo ser humano la libertad de creer o no creer en Dios y la libertad de creer o no creer en la inmortalidad.
Así, entre miles y miles de mujeres y hombres que codo a codo solidariamente trabajan con nosotros, se suman ateos y creyentes, gente con dudas y con certezas y a nadie se pregunta por su fe, y todo se da como orientación para que sigan por sí mismos la vía que mejor aclare el sentido de sus vidas. No es valiente dejar de proclamar la propia certeza pero es indigno de verdadera solidaridad tratar de imponerla."
Silo
Declaración hecha por Silo en una convención de La Comunidad. México, 10 de octubre de 1980.