Dicen por ahí que nunca es demasiado rosa,
y yo digo que nunca es demasiado rojo.
A esos que en su día tramaron un plan para cubrir nuestros cuerpos lozanos con horripilantes túnicas, con el único propósito de ocultarnos y hacernos creer que debíamos avergonzarnos de estar gordas, lo siento, no es que esté orgullosa de ser gorda, para nada, pero lo estoy, no me avergüenzo y además tengo que vestirme. ¿Por qué se niegan a ver esta realidad?
¿No creéis que sería más escandaloso que fueramos desnudas?
Deberíamos manifestarnos...
La duda es... ¿Desnudas o ataviadas con nuestras bolsas de basura?
Lo que sí me avergüenza es que una chica con talla grande deba hacer tantísimas filigranas para encontrar ropa que la vista y no la cubra.
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De rojo, enseñando cacha y con volante peligroso y cómo se suele decir... ¡A quien no le guste que no mire! La cuestión es... ¡a mi me encanta!
Y con este vibrante vestido me vestí una tarde-noche menorquina (qué maravilla de isla...).
¿Lo apostamos todo al rojo?
Vestido de ASOS CURVE (T.46), Sandalias NAF NAF, Colgante STRADIVARIUS y bolso MERKAL.
¿Vestir u ocultar?
Yo desde luego, vestirme, como me apetezca
¡Feliz día!
En el post anterior...
TENDENCIAS vs. BÁSICOS
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Publicado por Eli vistetequevienencurvas