Construida por Ricardo Bofill y su estudio en los 70, saltándose los paradigmas modernistas de las primeras líneas de playa españolas de la época (que hoy día seguimos sufriendo), fue creada como un laberinto, con diferentes volúmenes, pasadizos, conexiones horizontales, verticales y escaleras, que más que funcionales, parece que lleven al cielo...y al bendito Mediterráneo.
Si no eres aficionado a la Arquitectura, da igual, porque seguro que estas imágenes te enamoran, y quizás te hagan replantearte tu destino vacacional, porque yo ahora mismo, daría una mano por retozar en esa piscina...Aunque me asalta la duda...por qué le llaman roja, si es rosa? ;)
Feliz semana!Mónica t.
***fotos de Greori Civera vía AD España