La Música del Vi o del valor de la contraprogramación

Por Jgomezp24
Durante estos días voy a hacer especial caso de Jamie Goode: bueno, no sé si seré, pero si breve, seguro que dos veces bueno.Por lo menos en temas de escritura, en general, y para blogs, en particular. La Música del Vi se programa cada dos años en Barcelona y coincide con el primer dia de Alimentaria, es decir, de Intervin. Todas las bodegas que lleva en exclusiva Vila Viniteca están presentes y cada año congrega a un número mayor de público. Este año, me comentaban, superaban las 4000 inscripciones...Intervin estaba particularmente tranquilo hoy, por razones obvias: la contraprogramación de Vila funciona de maravilla, el reclamo es poderoso, el lugar es céntrico y bonito y y no menos de 140 bodegas ofrecen algunos de sus mejores vinos. Me parece obvio, además de legítimo, que se aproveche la gran afluencia de gentes del vino a Intervin para organizar actos paralelos (no constan en agenda alguna pero les llamamos "off Alimentaria). Pero alguien tendría que hacer una reflexión sobre el asunto. Y creo que este alguien pertenece a Alimentaria: por qué no pocas bodegas (algunas de las más importantes del país) consideran que Intervin tiene el suficiente poco valor como para no estar en él. Por qué algunas otras contraprograman incluso en el hotel frente al recinto ferial, para mayor comodidad de los acreditados en Intervin. Qué valores añadidos ofrece Alimentaria: buenos precios; impacto en los medios; comodidades en el transporte y para trabajar...Cuando el "off Alimentaria" crece sin parar cada dos años y el "in Alimentaria" disminuye el número de bodegas presentes, hay que hacer una reflexión crítica seria y tomar medidas. Ya. Y conste que no hablo para nada de la calidad y productos de las bodegas presentes. Esto lo dejo para los próximos días.
Por otra parte, la Llotja de Mar de Barcelona da para lo que da. Es un edificio precioso del siglo XVIII, situado en un lugar que pronto volverá a ser de privilegio en la ciudad. Pero 4000 personas, por mucho que no coincidan todas juntas, no caben ahí. Salvando la primera hora, las siguientes han sido ricas en encuentros y vida social e incómodas para probar vinos y charlar con sus productores. Que de eso se trata. Creo que el acontecimiento puede acabar, entre mil comillas, muriendo de éxito. Paradojas, vamos, pero bien verificables tanto la una como la otra. Por lo demás, con 140 bodegas a razón de no menos de dos o tres vinos por cabeza...Comprenderán Ustedes que haya decidido concentrarme sólo en los vinos espumosos y en los blancos.  Con alguna excepción tinta. Entre estos, me ha gustado mucho el Gallinas y Focas 2009 de 4Kilos Vinícola, una mezcla explosiva y muy fragante de manto negro y syrah. Me ha parecido sobresaliente el Sot Lefriec 2006, de Alemany i Corrió, de gran empaque y largo recorrido. El Barbaresco 2007 de Ceretto ha llegado a un gran momento: hoy estaba de cohete y tracas. Y le veo un gran futuro a las garnachas de Els Escurçons 2008, de Barbier y Pérez; y la de Finca Sandoval, Signo 2009 (¿?, no anoté la añada, Victor...). Entre los blancos, probé mucho y me gustó especialmente la garnacha blanca de Clos des Fées 2011; el tempranillo blanco de Abel Mendoza 2009, que dará que hablar, aunque dentro de unos añicos; el riesling del Grand Cru Mandelberg 2009 de Bott-Geyl; el Pouilly-Fuissé Le Clos 2009 de Château Fuissé, de una carnosidad y turgencia tales que ni la "batonearon" ni le hicieron la maloláctica (acidez y y fruta impresionantes); me impresionó bastante el Guitián +50meses en botella, la prueba insuperable de que un godello sin madera puede envejecer de maravilla y ofrecerte terciarios insospechados. Creo que el Navazos-Niepoort 2010 será un gran vino en unos meses. Y ya les aviso, y por decir algo de la PX en seco: si algún día ven sobrevolar un OVNI sobre sus manteles, ¡no dejen de comprarlo! En cuanto a los espumosos, me quedo con tres; el Colet-Navazos 2008 que, para mi gusto, es un paso adelante en este increíble hermanamiento entre la xarel.lo y el Marco de Jerez. El Raventós i Blanc Manuel Raventós 2003 en mágnum, que en dos años será un vino de impresión (ahora ya da grandes alegrías) y el Brut de Brut Nature Gran Reserva 2004 de Recaredo, que con cinco meses de degüelle empieza a mostrar una finura excepcional. Y ya callo. Buenas noches.