Un canto a la esperanza ante el gran reto de erradicar definitivamente la explotación infantil.
Un periodista encuentra en una alfombra traída de India un mensaje del niño que la ha tejido. Es una petición de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a él. Aunque millones de niños son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai. Un viaje a la tienda donde fue comprada la alfombra enfrentará al protagonista con la realidad de los niños esclavos que son vendidos por sus propios padres. Iqbal murió hace tiempo, pero en su lugar sigue habiendo niños esclavos, igual que él. El protagonista deberá decidir qué puede hacer un occidental ante lo desconocido y en un mundo que permite la esclavitud infantil. Fiel a sus principios, rescatará a nueve niños que representan a Iqbal. El insólito desenlace de la historia, lleno de fuerza y coraje, es un canto a la esperanza ante el gran reto de la sociedad de erradicar definitivamente la explotación infantil.