En algunos de nosotros ha sido la propia naturaleza la que nos muestra la insignificancia y a la vez la grandeza del SER HUMANO, en el gran escenario de la más grandiosa manifestación de la creación, la bella naturaleza. Capaz de brindarnos una diversidad increible y sorprendente, más allá de lo imaginado, colores, ecosistemas llenos de vida inteligente, de sabiduría y belleza.
Mundos dentro de nuestro mundo, redes organizadas de microorganismos magnificos y grandiosos. Desde lo más diminuto hasta lo más enorme, todo está relacionado entre sí. Todo depende de todo y eso nos lleva a la sabia dedución que no podemos romper la cadena que une todo con AMOR.La consciencia es amor. Amor para observar con el ALMA los misterios ocultos del mundo. Cuando abres las puertas a tu CONSCIENCIA, poniendo el foco en todo aquello que amas, activas un código RESPETO a toda forma de vida. Sentir desde una piedra , hasta las hojas caídas de un árbol o el simple hecho de arrancar una flor de su tallo, te das cuenta que le haces daño.