Continúa el maratón por la gripe en los medios de comunicación. Alguien, desconozco qué entidad lo ha hecho, soltó el bulo y editores y periodistas han corrido a publicar el conteo diario de muertes e ingresos hospitalarios provocados por la gripe de este año (predomina la del tipo A). Contrasta esta actitud, antiperiodística pues NO hay noticia ya que NO hay epidemia de gripe A, con la serenidad de buena parte de la comunidad médica.
Es práctica habitual en los medios de comunicación que cuando hay alguna novedad médica pregunten a los médicos. No siempre se
Pobres médicos, cuando la industria farmacéutica quiere vender un medicamento: “consulte con su médico”. Cuando algún editor quiere vender una “epidemia”: “consulta con algún médico” (le dice a su periodista).
Como escribo, los médicos están dejando patente en la red que no hay epidemia de gripe este año, no más que cualquier otra temporada anterior. Para muestra un botón: La histeria de la “gripe A” o el día de la marmota.
La presión de la demanda de vacunas y medicamentos antivirales alcanzada se debe a la repercusión mediática provocada por los fallecimientos e ingresos hospitalarios de personas en todo el país por complicaciones como consecuencia de la gripe. Alguien azuza a la prensa. Esta publica en masa. La población se asusta y acude a los hospitales (en este caso sin escuchar o leer lo que muchos profesionales sanitarios están diciendo) a pedir los medicamentos. Estos estaban muertos de risa:
Puede parecer paradójico, pero la pandemia de gripe A que declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2009 hizo un flaco favor a la lucha que desde hace décadas mantienen las autoridades sanitarias contra la reticencia de la población a vacunarse contra la gripe estacional. Las tasas de cobertura en mayores de 65 años, uno de los considerados como grupos de riesgo a los que se aconseja inmunizarse, han caído en España desde cerca de un 70% hasta el 57,7% que recoge el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, en sus siglas en inglés)”.
También puede parecer paradójico pero el intento de imponer la vacuna por parte de las autoridades choca con sus propios recortes económicos y la imprevisión de las administraciones sanitarias. La gripe solo es un detonante que hace aflorar una situación de fondo insostenible. Una vez más queda en evidencia que los recortes son uno de los mayores riesgos para la salud de la población a la que se les aplican.
Las noticias siguen destacando todas y cada una de las muertes, en el mismo estilo del verano de 2009 y acaban con mensajes parecidos de vacuna y consulte a su médico (por cierto que a veces el fallecido es un médico).
Los servicios de medicina preventiva de las instituciones sanitarias se suman a la alarma con instrucciones que de cumplirse llevarían a absentismo masivo de médicos, enfermeras, administrativos, trabajadores sociales y otros.
¿Conclusión? La única epidemia que hay es la de miedo y esto provoca el parece que ansiado por algunos desbordamiento en la petición de vacunas. En Canarias, por ejemplo, se adelantó la campaña de vacunación contra la gripe de septiembre pasado. El Gobierno canario se gastó casi 900.000 euros en vacunas. Si los índices de vacunación estaban bajando quiere decir que tenían buena parte de la remesa intacta. Eso estos días estará cambiando.
Estaremos atentos pues todo apunta a que, como escribíamos el otro día, 2014 vaya a pasar de ser un año más de caída en la vacunación contra la gripe al de la remontada de este negocio.