Hay pilotos a los que eso de volar de noche y en monomotor les parece sencillamente incompatible, a mi es algo que me parece interesante. Te obliga a cuidar mucho más la ruta y especialmente la meteorología. De noche, el cielo y la tierra se vuelven negros, las montañas son otro espacio negro más en el horizonte...hay que tener cuidado.
Pero a cambio, volar así te da la oportunidad de disfrutar de unas vistas privilegiadas para el atardecer, de volar en avioneta al atardecer al más puro estilo Pearl Harbour...
Volar es pasión, disfrutar de un atardecer desde el cielo es posiblemente uno de esos pequeños placeres que rodea al riesgo de esta profesión. Por eso...sencillamente por eso...merece la pena.
El viaje fue de esos viajes para disfrutar, la avioneta, la 172g1000 de Fly and Fun, ha estado como siempre, muy por encima de las expectativas, no era un vuelo para hacer maniobras, era para disfrutar del espectáculo visual, por eso configuré todo y dejé que el avión me diese el respiro necesario para mirar fuera y perderme con mis pensamientos mirando el horizonte.
Y es que Sevilla...tiene un color especial...el amanecer volvió a dejar unos increíbles colores rojizos en el cielo, todo un regalo antes del viaje de vuelta.
Con algo de rabia por tener que volver, en el punto de espera, apareció un "heavy" que posó así para la improvisada foto.
La vuelta fue en uno de esos días de bancos de nieblas, que hacen que todo parezca bañado por una espesa capa de nubes sobre la superficie
No hace falta contar mucho más...disfrutad con las fotos.
Buenos vuelos, y mejores atardeceres. Y mejor si es en buena compañía :)