Hoy os recomiendo la exposición de Néstor Basterretxea en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que formada por cerca de 200 piezas, propone una revisión de casi 60 años de la trayectoria del artista y su interpretación personal de la tradición a través de lenguajes artísticos de la vanguardia.
Entre las piezas de la exposición se pueden encontrar pinturas, esculturas, dibujos, carteles, maquetas y películas realizadas desde 1948 hasta mediados de 2000.
Basterretxea fue uno de los creadores, junto con Oteiza y Chillida, que abrió el camino de un arte nuevo y constituyó una primera generación de vanguardistas vascos en la posguerra.
Aunque ahora se le conozca más como escultor, y haya sido ésta su actividad principal, su obra alcanza diferentes territorios y dominios: pintura, dibujo, escultura, diseño industrial y gráfico, arquitectura y urbanismo, fotografía y cine, cartelismo y escritura.
La muestra recoge su pintura de la década de los 50, cuando muestra interés por la arquitectura y el urbanismo, que plasma en pinturas de carácter abstracto y geométrico, para pasar a los provectos de escultura y obra pública realizados entre 1967 y 1999. Le siguen los cuadros realizados con motivo de la fundación del grupo Gaur, los logotipos y diseños industriales, y los bocetos para la basílica de Arantzazu (Guipuzcoa).
Además podemos encontrar sus primeras incursiones en la escultura de la década de 1960, sus esculturas de los años 70 y 80, fotomontajes, esculturas en homenaje a la cultura de la América primera y sus conocidas Volumetrías. La exposición se completa con un ciclo de cine, que incluye desde su primer cortometraje hasta diversos documentales, así como su obra maestra Ama Lur.