La OMC recuerda la importancia del uso adecuado y responsable de los fármacos para evitar la resistencia a los antimicrobianos
Por Fat
Hoy 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud, bajo el lema: “Resistencia a los antimicrobianos: si no actuamos hoy, no habrá cura mañana”. En esta línea, la Organización Médica Colegial (OMC), preocupada por este fenómeno, quiere recordar, una vez más, la importancia de un mayor compromiso por parte de los prescriptores, médicos, clínicos, y el resto de agentes que intervienen directa ó indirectamente en el proceso asistencial, enfermería, farmacéuticos, industria farmacéutica, administraciones sanitarias y, por supuesto a la población en general y los pacientes en particular para un mejor uso de los medicamentos. La finalidad es poder seguir contando con un arsenal terapéutico eficaz en el tratamiento de muchas enfermedades infecciosas. Los medicamentos antimicrobianos, descubiertos en la década de los cuarenta, han supuesto un gran avance en el control de muchas enfermedades y la supervivencia de muchos pacientes. Sin embargo, el mal uso de estos fármacos, durante los últimos 70 años, ha incrementado el número y los tipos de microorganismos resistentes influyendo de forma decisiva, en ocasiones, en el curso evolutivo y en el pronóstico de muchas enfermedades infecciosas y hasta la muerte del paciente, en algunos casos, por falta de respuesta terapéutica, así como en un incremento del gasto sanitario. En los últimos años, se ha registrado un importante aumento de la resistencia a los antimicrobianos, entre los que se encuentran los antibióticos, algunos agentes quimioterapéuticos, los antifúngicos, antiparásitos y antivíricos. Esto es debido principalmente al uso abusivo, inapropiado ó inadecuado de este tipo de medicamentos. Por ello, con motivo de esta fecha, la OMS ha querido hacer este año un llamamiento a la acción, ante la falta de empeño de los gobiernos en la lucha por detener la propagación de la resistencia a los antimicrobianos, mediante la adopción de medidas dirigidas a combatir este fenómeno mundial. Además de un uso adecuado de los medicamentos antimicrobianos, se señala la necesidad por parte de los países, de un mayor compromiso y vigilancia para el control de la calidad y la seguridad de los medicamentos y las infecciones así como potenciar la investigación en este campo. --Responsabilidad Social El incesante incremento de bacterias resistentes origina la disminución de la capacidad de respuesta de los fármacos antimicrobianos, y por tanto se asocia a una mayor morbilidad, mortalidad, demanda sanitaria, y en definitiva gasto sanitario y deterioro de la eficacia del tratamiento. El mal uso de los antimicrobianos no sólo supone la ineficacia de muchos de ellos sino también constituye una responsabilidad social profesional, ética y deontológica por parte de todos y que la OMC lleva señalando desde hace años. Así elaboró en 2008 una declaración sobre el consumo responsable de antibióticos donde se especificaba que España se encuentra a la cabeza de los países del mundo desarrollado en consumo de antibióticos con 35 dosis diarias definidas por cada 1.000 habitantes. Es evidente que los médicos tenemos la responsabilidad como autoridad clínica del diagnóstico y de la prescripción, que ha de ser adecuada, correcta, segura, ponderada, y valorando la eficacia terapéutica y el criterio económico en la toma de decisión; pero también es importante que todos los ciudadanos (pacientes ó no) conozcan los riesgos a los que puede conducir el uso inapropiado de los medicamentos. --Educación sanitaria El mayor uso que se hace de los antibióticos es en el primer nivel asistencial, condicionado, según se indica en el documento de la OMC, por un déficit de racionalidad en la prescripción médica, en la dispensación farmacéutica sin receta, el uso indiscriminado que realizan los pacientes (automedicación) y la falta de iniciativas claras de la Administración sanitaria para el desarrollo de una política de antibióticos en este primer nivel asistencial. Los médicos son los que tienen la responsabilidad de la prescripción y, por tanto, es importante que se desarrollen programas de formación, información, divulgación e intervención educativa dirigidos al mejor uso racional del medicamento. Por consiguiente, la utilización responsable de los antibióticos, y en general de cualquier medicamento, no es sólo labor del médico, sino también responsabilidad y compromiso de todos los agentes sanitarios y, por supuesto, de todos los ciudadanos. Por otra parte, también es importante una educación sanitaria a la población, para que conozcan los riesgos de un mal uso ó abuso de este tipo de fármacos y evitar que demanden e incluso presionen al médico para que los prescriba sin los criterios clínicos y las indicaciones precisas que solo el médico está capacitado para efectuar. Un ciudadano en general y un paciente, en particular, debidamente informado, con una información contrastada y segura, concienciado y responsable, es un valor añadido para la sociedad, para el sistema sanitario en general y para el mantenimiento de la buena salud individual y comunitaria. --Directiva europea sobre medicamentos falsificados y venta por Internet Como informaba el boletín "Europa al Día" realizado por el Departamento Internacional de la OMC, recientemente, el Parlamento Europeo ha aprobado una directiva para reforzar la protección de los pacientes frente a los medicamentos falsificados y tratar de evitar que estos productos, en muchos casos peligrosos para la salud, entren en el mercado legal. La nueva legislación, que se aplicará también a las ventas por internet, obligará a insertar dispositivos de seguridad en los envases para garantizar la autenticidad de los productos. Los países de la UE tendrán dos años para transponer esta normativa a su derecho nacional. Por tanto, la Organización Médica Colegial, se suma al llamamiento de la OMS y recuerda la gravedad de la farmacoresistencia que si no se hace frente se corre el riesgo de que muchas enfermedades infecciosas no se puedan controlar. Además esta situación se acelera con el fenómeno de la globalización: los movimientos migratorios, el crecimiento del comercio y los viajes internacionales. **Publicado en "MEDICOS Y PACIENTES"