La ONT quiere promocionar el tema de los trasplantes entre los inmigrantes

Por Fat
El 37,8% de la población norteafricana y el 34,7% de la subsahariana no está dispuesta a donar sus órganos. Así lo afirma una encuesta sobre las actitudes de la población inmigrante ante la donación y el trasplante, realizada por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en colaboración con la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). "Muestran mayores reticencias porque muchos de los creyentes creen que el Islam no permite la donación de órganos y esto no es cierto", afirma Rafael Matesanz, director de la ONT.
Para desmitificar dicha creencia, añade el experto, "la ONT ha firmado un convenio marco con la Fundación Pluralismo y Convivencia a través del cual contactamos con líderes religiosos y les informamos sobre cómo funcionan las donaciones para que después ellos transmitan y aclaren a sus fieles sus dudas. Es importante que difundan el mismo mensaje que a la población española: todo el mundo debe donar porque todo el mundo puede necesitar un trasplante".
Según los datos de la ONT, la población no nacida en España, aproximadamente el 10% del total, dona en la misma proporción que el resto de los ciudadanos. Este es el caso de rumanos, ecuatorianos y colombianos, en los que se observa un porcentaje de donaciones acorde con la población en España. La situación es bien distinta entre quienes proceden del norte de África, que registran un porcentaje inferior. Sólo el 4% de los órganos donados por extranjeros procede de la población marroquí, aunque este colectivo supone el 13% del total de inmigrantes que viven en nuestro país.
Donan menos y tienen una actitud menos favorable, tal y como refleja la encuesta que la ONT acaba de presentar, con una muestra total de 1.202 personas de ambos sexos, mayores de edad y distribuidos según su nacionalidad. Revela que los colectivos de Europa occidental, Europa del Este, África subsahariana y Latinoamérica se muestran favorables a la donación y el trasplante en un 85%. Sin embargo, el 23,8% de los norteafricanos (Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania y Egipto) y el 15,8% de los asiáticos se manifiesta con indiferencia.
Y en cuanto a la disposición personal, los resultados no varían. Mientras que la mayor parte de los encuestados europeos y latinoamericanos expone su predisposición a donar órganos, las personas procedentes de África del Norte y África Subsahariana son más reticentes. De hecho, el 37,8% de los norteafricanos encuestados y el 34,7% de los subsaharianos no estarían dispuestos a ser donantes.
Entre las razones que argumentan las personas de origen norteafricano para negarse a donar órganos, destacan, fundamentalmente, los motivos religiosos, el miedo a desafiar las leyes naturales de Dios y el deseo de un funeral tradicional en el que el cadáver no haya sido tocado. Son causas que también esgrimen los procedentes de África Subsahariana, quienes añaden el miedo a la deformación del cuerpo tras la muerte y el rechazo a pensar en la muerte. Es precisamente este campo en el que la ONT y la Fundación Pluralismo y Convivencia se han propuesto trabajar. El Islam sí permite las donaciones y el trasplante. De hecho, asegura Matesanz, "hay países de religión islámica que tienen un sistema de donación bastante desarrollado, como Arabia Saudí, tanto en vivo como de cadáver".
Por otro lado, los datos de la ONT sobre las causas de las negativas familiares confirman el peso creciente de las creencias religiosas a la hora de enfrentarse a la donación de órganos. En 2009, se registraron un 16,4% de negativas familiares. De ellas, en el 9,2% de los casos se aludieron causas religiosas (frente al 8,6% registrado en 2008 y el 7% en 2007).
Por esta razón, la colaboración entre ambas instituciones se remite a 2009, con el desarrollo de cursos para la formación de imanes y líderes comunitarios en donación y trasplante. El objetivo es favorecer y promocionar la cultura de la donación y el trasplante entre la comunidad islámica de España y concienciarles de que el Islam considera "la donación de órganos como un acto de caridad suprema y la acepta siempre que se realice en beneficio del receptor y tras el consentimiento del donante o de sus familiares en el caso de un difunto".
**Publicado en "El Mundo"