Es probable que si echas la vista al pasado, encuentres algunos momentos de tu vida que marcaron un punto de inflexión en tu existencia por la huella que ese hecho concreto o esa vivencia causó en tu interior y en tu forma de interpretar la realidad. Algunas vivencias traen consigo un cambio de expectativas. En ocasiones ocurre que este punto de inflexión llega producido por una causa externa, sin embargo, en otros momentos también puede suceder que uno mismo desee encontrar un giro en su vida, abrir nuevas puertas, descubrir otras esperanzas y saborear la vida bajo otra óptica. Este sentimiento puede experimentarse cuando una persona se siente estancada en su zona de confort, en medio de una enorme sensación de insatisfacción, y desea hacer algo para salir del lugar en el que se encuentra.
¿Cómo buscar este punto de inflexión en tu vida? En 3Contigo te acompañamos. ¿Estás listo para decidir, arriesgar y ponerte en marcha?
- En primer lugar, es muy importante hacer algo. Las primeras decisiones que tomamos en este tipo de situaciones no son definitivas, pero nos ayudan a ponernos en movimiento. Y este movimiento resulta muy terapéutico para contrarrestar los efectos de la pasividad.
- Arriesga, intenta hacer cosas distintas a las que has hecho hasta ahora. Intenta romper con esa imagen previsible que tienes de ti mismo. Anímate a abrir nuevos caminos siempre desde el respeto hacia ti mismo y el cuidado de tu propio bienestar.
- Un punto de inflexión suele ir acompañado del esfuerzo ya que los frutos no siempre son visibles a corto plazo. Por ejemplo, si una persona quiere dar un punto de inflexión a su carrera profesional debe prepararse para ser constante en la elaboración de un plan de acción: volver a estudiar a la universidad o matricularte en una especialización de formación profesional, dar el paso de ser emprendedor, elaborar un plan de búsqueda activa de empleo, solicitar un aumento de sueldo, buscar trabajo en otra ciudad, aprender un nuevo idioma… son algunos ejemplos de situaciones que pueden dar un impulso personal.
- Desde el punto de vista teórico, un punto de inflexión llega a través de la toma de conciencia de estar seguro que ya no quieres continuar por el mismo camino, quieres vivir de otro modo en alguno de los ámbito de tu vida. Es decir, este punto de inflexión puede no referirse al estilo de vida en general, sino que puede estar contextualizado en un punto en concreto: relación de pareja, tiempo de ocio, amistad, vida familiar y trabajo son algunas parcelas de la vida que pueden ser escenario de esta demanda interior de cambio. El verdadero punto de inflexión en la vida de una persona se produce cuando asume su valentía para vivir su vida, sin dejarse condicionar por temores innecesarios como el miedo al qué dirán o ideas irracionales del tipo “ya soy mayor para soñar”.
- Si estás en un momento de tu vida en el que buscas ese punto de inflexión, el inicio de un nuevo ciclo es una invitación para soñar. El inicio del otoño puede ser tu reto de superación para llegar al lugar en el que quieres estar.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras