La peste de la era moderna

Por Miguelo87

Después de la pandemia de influenza AH1N1, la otra enfermedad que preocupa a la humanidad en estos tiempos, es el sida. Que desde los años 1980, ha sumido a los seres humanos en la desesperación ante una enfermedad que parece invencible. Sin embargo, en el marco del Día mundial de lucha contra el sida, la ONUSIDA ha reportado que en los últimos 8 años han disminuido los casos de incidencia, al menos un 17%, debido en gran medida a los programas de prevención.

"La buena noticia es que tenemos pruebas de que el descenso que estamos viendo se debe, en parte, ala prevención contra el VIH", dijo Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Sin embargo, el responsable del organismo matizó que algunas veces los programas están equivocados y subrayó que si se realiza un mejor trabajo "el progreso será más rápido y se podrán salvar más vidas".

Generalmente se considera que el sida (Síndroma de inmunodeficiencia humana) es una enfermedad venérea o de transmisión sexual, y lo es, aunque hay otras formas de contagio además de las relaciones sexuales. El VIH (virus de inmunodeficiencia humana), actúa como un caballo de Troya, pues se disfraza para que los anticuerpos del infectado no lo reconozcan como intruso, y una vez instalado, recurre a bajar las defensas del organismo y a la larga provocar la muerte del contagiado.
El mundo conoció este terrible padecimiento el 5 de junio de 1981, en una conferencia de prensa del Centro para la prevención y control de enfermedades de EUA. Al principio se creyó que era una enfermedad de homosexuales, puesto que este grupo fue el primero en padecer el mal. Pero después se descubrió que también lo padecía un grupo de haitianos inmigrantes en EUA, que recurrían a drogas inyectables, receptores de transfuciones sanguíneas y mujeres heterosexuales. Para 1982 se le bautizó como Acquired Immune Deficiency Syndrome:AIDS (en inglés: Síndroma de Inmuno deficiencia humana: SIDA).

En 1984, los científicos franceses Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier descubrieron el virus causante del SIDA, y en 1986 fue nombrado como VIH: virus de inmunodeficiencia humana. En esa década, sin embargo, el poco conocimiento a la enfermedad agitó fuerte discriminación hacia quienes padecían este mal, en especial a los homosexuales; con todo y que posteriormente se descubrieron tratamientos retrovirales que ayudaban a los enfermos de sida a mejorar su calidad de vida. África ha sido desde los años ochenta el continente con más casos de sida en el mundo.
Actualmente la forma más común de contraer sida es por vía sexual o por uso de agujas infectadas, aunque también se da por la leche materna. Y lo que más ha ayudado a poder combatir dicho padecimiento, es la información que se ha proporcionado sobre el mismo. Por ejemplo, al principio a los enfermos de sida se les aislaba en el hospital, por temor a que el sida se contagiara como una gripe o por contacto físico con el infectado, lo que conllevaba a estigmatizar a esas personas; hoy se sabe que eso es falso, y que el sida no se contagia por tener contacto físico, como saludar de beso o abrazo, por tocar el sudor, por masturbarse mutuamente con un infectado o comaprtir utensilios como cucharas o vasos. Solo se contagia por vía sexual o sanguínea; no obstante, no puede contagiarse por la picadura de un mosquito, como en el dengue, pero sí por saliva, cuando la boca presenta llagas sangrantes, caso este último considerado sumamente improbable.

Los programas que han ayudado a la reducción del contagio del sida, se basan en la prevención por el uso del condón, aunque se ha descubierto que hay personas que han llegado a ser naturalmente inmunes al VIH, o que la circunsición disminuye el riesgo de un contagio posible. Aún cuando se considere como un retroceso al ejercicio de la sexualidad de una persona, la abstinencia y la monogamia (o al menos el tener una sola pareja sexual), previenen eficazmente el contagio; en palabras de Edward Green, director del Aids Prevention Research Project de Harvard: "El preservativo no detiene el sida. Sólo un comportamiento sexual responsable puede hacer frente a la pandemia".