Sara Pérez Jerónimo
Periodista
El estudio, que ha sido publicado recientemente en la revista especializada Environmental and Experimental Botany, califica esta sustancia como un compuesto fenólico con un poder antioxidante diez veces mayor al de la vitamina C y catorce veces mayor que el resveratrol, un tipo de antioxidante capaz de retrasar el envejecimiento celular y el cual podemos encontrar en el vino tinto.
El grupo de investigación descubrió esta sustancia estudiando el desarrollo de plantas en condiciones de estrés. “Existen muchos compuestos fenólicos en plantas producidos como respuesta a determinados tipos de estrés bióticos o abióticos. Estas sustancias producen entre otros muchos efectos, un aumento de su actividad antioxidante” señaló Vicente Conejero, director del grupo investigador.
De este modo, este potente antioxidante es una sustancia que sintetiza la planta del tomate cuando se la expone a situaciones de estrés biótico, o dicho de otra manera, cuando se expone a la planta a un agente estresante capaz de alterar los mecanismos que hacen que los niveles de determinados compuestos de la planta oscilen.
La UPV y el CSIC ya han registrado la patente nacional e internacional del nuevo antioxidante descubierto, el procedimiento para aislarlo en laboratorio y sintetizarlo químicamente. Un proceso sencillo y relativamente económico, por lo que con toda probabilidad no tardaremos en encontrar esta sustancia en el mercado.
Además, es una sustancia muy polivalente con múltiples aplicaciones en distintos sectores como la industria alimentaria, en forma de suplemento alimenticio, conservante o retardante de la oxidación de lípidos; la industria petroquímica, como conservante de carburantes; la industria de polímeros, como estabilizantes en la fabricación de fibras o geotextiles; y por último, la industria cosmética, en productos para el cuidado de la piel y el envejecimiento.
Un antioxidante al que ya han sucumbido algunas de las multinacionales cosméticas más importantes como Johnson & Johnson y Beiersdorf, quienes ya han firmado los primeros acuerdos de colaboración y transferencia de material.
Antioxidantes Vs. Radicales libres
Un antioxidante es una sustancia capaz de retrasar y proteger a las células de nuestro organismo de la oxidación.
Aunque el oxígeno es imprescindible para la vida celular, cuando respiramos nuestro organismo produce unas moléculas denominadas radicales libres. A largo plazo, estos radicales son perjudiciales para la salud, ya que atacan las membranas celulares y en muchas ocasiones el material genético que contienen.
De este modo, la misión de los antioxidantes es frenar el ataque de los radicales libres a las células. Podemos encontrarlos en alimentos como las frutas y verduras, el arroz, el café o el té, por lo que mantener un dieta equilibrada y rica en alimentos antioxidantes tiene un efecto muy benecioso para nuestra salud, disminuyendo el riesgo de sufrir patologías como el cáncer, la diabetes o problemas cardiovasculares y neurodegenerativas.
** El equipo de investigación del IBMCP está dirigido por el Dr. Vicente Conejero, pertenece al laboratorio de “Señalización y Respuesta al Estrés Biótico” y está formado por la Dra. María Pilar López, el Dr. José María Bellés, la Dra. Purificación Lisón y el Dr. Ismael Rodrigo.
El trabajo ha contado con el soporte económico del proyecto Estudios sobre la respuesta defensiva de las plantas frente a patógenos, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación.