En la espiritualidad, es mirar en tu interior y hallar los recursos, las energías eternas del ser que pueden sanarte.
Mediante el pensamiento concentrado aprender a que estas energías puras se manifiesten en la conciencia y después en nuestras acciones diarias.
Este diálogo interno limpia la mente de ideas negativas acerca de uno mismo y clarifica el intelecto, así eliminar repetidas autoimágenes negativas que vacían al ser de felicidad y confianza en sí mismo.
La base de este diálogo es la introspección.
Examinar, revisar, y cambiarme a mi mismo donde quiera, como sea y cuando quiera que deba hacerlo.
Cualquier cosa que entre en mi mente siempre necesita ser revisada. Ser un observador desapegado, observar al ser y no reaccionar a las situaciones con emociones negativas. Así se conserva la energía interior y mantiene al ser espiritual y mentalmente sano.
El cuerpo humano tiene su propia energía, pero necesita fuentes eternas de energía como comida, aire, luz, agua.
El ser humano se ha desgastado, no hay paz constante o felicidad. Necesita recargarse, aunque el alma tiene grandes potencialidades necesita de una energía externa para que emerjan los poderes latentes.
A esta fuente de poder se la llama Dios, cuya tarea es recargar y limpiar todo, capaz de llenar y recargar al alma humana con todos los poderes. Cada uno elige su propio nivel de limpieza o recarga.
Puede alcanzarse a través del pensamiento concentrado pudiendo sentir como el ser se llena de paz y de amor puro.
Esto es yoga, volver a unir el ser con el Supremo y recordar lo valioso que hemos olvidado.
Yoga es recordar al ser, la relación original del ser con Dios y mediante la experiencia recordar el significado puro de amor, paz y felicidad.