La práctica de los límites

Por Cambiopositivo
Algunas veces no comunicamos nuestros deseos e inquietudes por miedo a lastimar o incomodar a los demás. Suele ocurrir cuando tenemos que decir no a algo que nos han pedido. ¿Por que cuesta tanto?
Quizá porque nos gusta agradar y tememos que ello baje punto en la estimación
Sin embargo decir siempre que sí es un hábito peligroso que a la larga nos obligará a plantarnos, algunas veces el no será demasiado contundente para ser comprendido ya que hemos facilitado estar siempre al servicio del otro y llegará tarde.
Seguir los deseos o necesidades ajenos como sistema rígido no nos procura el respeto de las personas de nuestro alrededor ni la estima
Lo ideal es hallar un punto de equilibrio entre nuestras necesidades y la de los demás y cuando no coiniciden aprender a negarnos con amabilidad como forma de autorespeto.
Cuando somos honestos, aunque pueda no gustar siempre nos sentiremos bien con nosotros y el otro también aceptará tus limites con mayor entendimiento; si por el contrario no lo hace obendrás mayor información del tipo de demandas .