Sin embargo, si mantenemos la espalda recta, el pecho apoya mejor el peso en el músculo pectoral y así se mantiene más tiempo sin caerse.
La postura correcta para que el pecho se mantenga en su sitio es, por tanto, no sólo colocar la espalda recta, sino llevar los hombros hacia atrás y el cuello recto. Así los músculos de la espalda se mantienen relajados y no recae el peso sobre el pecho.
En tus clases de pilates, para lograr tener unos senos erguidos, no olvides realizar rutinas que contengan ejercicios para tonificar pectorales y espalda, así como ejercicios de corrección postural.
El siguiente ejercicio ayudará a fortalecer los pectorales:
Toma una pesa en cada mano (puedes utilizar dos botellas de agua). Túmbate boca arriba con las piernas flexionadas y la zona lumbar bien apoyada. Abre los brazos de modo que muñecas, codos y hombros estén en línea sobre el suelo y ciérralos de modo que las pesas se toquen justo encima del pecho. Haz 3 series de 15 repeticiones.