Pocos días como el de hoy, en el que la Iglesia nos invita a pensar en el dogma de la Inmaculada Concepción, para hablar del tema de las relaciones sexuales y de la pérdida de la virginidad. Según los datos más recientes podría afirmarse que seguimos viviendo en un país cauto y pudoroso, ya que la media de edad a la que nuestros jóvenes comienzan con sus arrumacos resultaría ser más propia de talluditos: los 19,2 años. Profundizando un poco matizaríamos que son los canarios, con 18 primaveras y una hora menos, los que se iniciarían antes... Pero incluso nuestros guanches estarían muy lejos de los islandeses, quienes con su media de 15,6 años y su perentoria necesidad de entrar en calor, se situarían entre los más tempranos del mundo. Tambien es rápida la "necesidad afectiva" de otros países nórdicos como Suecia (16,2 años), o la de nuestros vecinos portugueses (a los 16,9 años).
Sorpresa con los brasileños (17,4 años), los norteamericanos y los franceses (18,5 y 18 años), por su fama se les supone una mayor precocidad,
Finalmente habríamos de citar a aquellos que no parecen tener prisa alguna, para los que se eligió curiosamente el verde del mapa: son países como China (22,1 años), India o Malasia (23 años).