La primera vez (en una imprenta) de Inma Femenía

Por Joragtor

Color y luz. Talento y curiosidad. Creación y comunicación. Casualidad y reflexión. La obra de Inma Femenía se compone de duplas que, como si fueran las micropartículas de algún material, ella se encarga de manipular para extraer lo mejor.

Su obra es muy contemporánea, en la forma y en el fondo, y también por la importancia que tiene en ella la realidad que le rodea, su entorno. «Un trabajo surge por las circunstancias que te envuelven. Cada una de las obras nace por algo y se sitúa o se muestra en el momento por algo. Tiene mucha importancia; hay que ser conscientes de dónde estamos y de cómo está nuestro alrededor para que la obra esté comunicando bien». Y nada de pensar que el resultado responde a las inquietudes individuales del artista, «son inquietudes comunes, porque al final compartimos este mundo».

Inma protagonizó el número 7 de PRINT, con una larga entrevista de Rafa Rodríguez y una sesión de fotos, realizada por María Mira, tuvo dos tiempos y dos espacios —también lumínicos—. Además de charlar con ella en su estudio actual en el barrio de Benimaclet, la acompañamos a La Alquería Clavell, en València Sud, que acogerá su futuro estudio.

Aprovechamos para preguntarle por su primera experiencia en una imprenta y esto es lo que nos contó:

«Fue en mi pueblo, en Pego, en Gráficas Llorens si no recuerdo mal. Fui a hacer unos trípticos para una exposición. Siempre he estado muy cercana a las imprentas, y me ha gustado, porque soy muy inquieta. En mi trabajo, el CMYK es muy importante y tengo que entender cómo se materializa. Mi primera exposición ya estaba en CMYK y tenía que saber cómo se imprimía. Todas mis imágenes que se plasman se imprimen en imprenta. Aquella primera vez fue como siempre que entro en una imprenta o en el almacén de un proveedor: voy directamente a las máquinas y pregunto cómo se hace. No me vale con quedarme en que voy a recoger un trabajo y ya está».

Fotos: María Mira