Una joven princesa, quizás Dorotea de Dinamarca o Jacqueline de Borgoña, es retratada por Mabuse (Jan Gossaert) sujetando una esfera armilar (circa 1530). La pintura se encuentra en la Nacional Gallery de Londres.
Mabuse es considerado como el iniciador del obligado aprendizaje de los pintores flamencos en Italia, de la que importó el manierismo. El retrato de la princesa es una obra de madurez.
En plena revolución científica las cortes no pueden permanecer indiferentes al progreso. Los artistas del renacimiento lo notan en su propio arte, por un lado más realista y por el otro trasgresor y reivindicativo. En este cuadro la figura abandona el marco, no es una copia, es la misma realidad la que el pintor-demiurgo representa.
Una jovencita manejando delicadamente un instrumentos matemático nos revela la fuerte irrupción del espíritu científico, incluso en la formación femenina: la mejor joya es un dispositivo astronómico.