La defensa, promoción y protección de los derechos humanos, a través de la mejora de la salud de la población, sobre todo para apoyar a los sectores más desfavorecidos, es una de las grandes preocupaciones del colectivo médico. Por ello, la Organización Médica Colegial se quiere sumar al Día Internacional de los Derechos Humanos que se celebra el 10 de diciembre.
La defensa de los valores humanos es inherente a la propia profesión médica (Ética y Medicina). Existe una cierta confusión al identificar “Derechos Humanos“ con “ Derechos Fundamentales “, utilizados como sinónimos , de modo especial en el ámbito bioético, cuando en realidad son expresiones diferentes. Los Derechos Humanos son aquellos que concretan los valores inherentes a la dignidad de la persona humana y que, por ello, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser reconocidos y garantizados por esta, al ser los derechos naturales positivados por las convenciones internacionales, relacionados con la dignidad, libertad e igualdad de las personas. Los Derechos Fundamentales serían aquellos derechos humanos reconocidos por una determinada norma fundamental, de hecho, la garantía de los derechos fundamentales se ha entendido como principio de derecho comunitario.
La Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 menciona a la salud como parte del derecho a un nivel de vida adecuado (artículo 25). Desde distintos organismos en todo el mundo, la profesión médica ha mostrado siempre su firme compromiso para apoyar médica, social y humanitariamente a los más desfavorecidos como son las víctimas de conflictos, guerras, refugiados… así como su papel en la prevención y denuncia de la violencia y situaciones de discriminación que sufren, sobre todo, mujeres y niños.
En los últimos años, desde la Asociación Médica Mundial (AMM), se ha prestado mucha atención al derecho a la salud y se ha elaborado una amplia definición de este derecho humano: “ El derecho a la salud es un derecho inclusivo que se extiende no sólo a una atención médica oportuna y apropiada, sino también a los determinantes implícitos de la salud, como el acceso al agua potable y un saneamiento adecuado, condiciones ambientales y laborales saludables y acceso a la educación e información relativa a la propia salud, incluida la salud sexual y reproductiva”.
Asimismo, desde la AMM, se ha pedido a las organizaciones miembro y a los profesionales que las integran, un esfuerzo continuo por la defensa de los derechos humanos de sus pacientes y de forma, muy especial, en aquellas situaciones difíciles, como son las guerras, las cárceles, los lugares de detención, etc. Uno de los principales cometidos de la profesión médica es prevenir y limitar, todo lo que sea posible, el sufrimiento en situaciones de conflicto ó de guerra.
-Torturas e investigación en seres humanos
La objeción de conciencia no está reconocida en ninguno de los instrumentos internacionales de derechos humanos aunque existen diversas declaraciones y recomendaciones internacionales y de asociaciones profesionales de carácter supranacional, que reconocen a los médicos y otros profesionales sanitarios la posibilidad de negarse a la realización de determinadas prestaciones contrarias a su conciencia. Sin embargo, carecen de una obligatoriedad jurídica en sentido estricto. En esta línea, otro de los objetivos de la AMM es asegurar que todos sus miembros aplican y cumplen la Declaración de Tokio adoptada por la 29ª Asamblea Médica Mundial en esta ciudad de Japón en 1975, sobre normas directivas para médicos con respecto a la tortura y otros tratos ó castigos crueles, inhumanos ó degradantes, impuestos sobre personas detenidas ó encarceladas. En el pasado mes de septiembre 2010 la oficina del Defensor del Pueblo de España (el cual tiene por ley orgánica 1/2009, aprobada por las Cortes Generales, funciones atribuidas con arreglo al Protocolo Facultativo de la Convención contra la tortura y otros tratos, penas crueles o degradantes) ha considerado la petición formal del Presidente de este Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos para participar en el Consejo Asesor del Mecanismo Nacional de Prevención Español (MNPE) contra este tipo de prácticas degradantes.
Otro de los asuntos que preocupa a la comunidad médica internacional es en relación a la investigación médica en seres humanos, recogido en la Declaración de Helsinki de la AMM. La finalidad de esta declaración fue la recopilación de unos principios éticos, 35 en la actualidad, y el establecimiento de unos estándares de protección destinados a personas que participan en investigación médica y ensayos clínicos en seres humanos, incluida la investigación del material humano (tejidos, sangre y ADN). Recientemente, la polémica ha surgido con en el último párrafo de la nueva redacción del art. 32 sobre las razones metodológicas científicas del uso del placebo cuando la investigación médica se combina con la atención médica, no quedando claro que se garantice los mismos estándares metodológicos, científicos, de utilidad y seguridad, jurídicos y éticos para todos los países, teniendo especial cuidado con las poblaciones o comunidades con desventajas o especialmente vulnerables que necesitan protección especial.
-La mujer y la salud
Otro de los asuntos pendientes es el derecho de la mujer a disfrutar del más alto nivel de salud sin discriminación por sexo, raza, condición social, etc.. Las mujeres se ven afectadas por muchos de los mismos problemas de salud que los hombres, pero ellas las sufren de manera distinta.
Millones de mujeres en el planeta sufren pobreza, dependencia económica, violencia, discriminación racial así como el poder limitado que tienen sobre su vida sexual y reproductiva y la falta de influencia en la toma de decisiones. Realidades sociales que tienen un impacto adverso en su salud.
-Solidaridad de la profesión médica
La profesión médica es un colectivo muy solidario a la cooperación al desarrollo de los menos favorecidos en el mundo. Desde la OMC una manera de contribuir a un mejor y justo desarrollo de los grupos poblacionales más desfavorecidos es promover iniciativas sanitarias o socio-sanitarias que mejoren sus condiciones de vida, mediante ayudas a proyectos sanitarios, además del desarrollo formativo y en valores de los profesionales sanitarios de países en vías de desarrollo. Con este fin, se ha creado la Fundación Red de Colegios de Médicos Solidarios, un órgano dependiente de la OMC y los colegios provinciales que quieran adherirse a este proyecto.
A este respecto, uno de los acuerdos a los que se llegó en la reciente Asamblea General de la AMM, celebrada en Vancouver (Canadá) el pasado mes de octubre 2010, y en la que estuvo representada la OMC, ha sido precisamente la creación de un grupo de trabajo que valore la constitución de un registro en Internet de médicos voluntarios cooperantes, nombrados por sus Asociaciones.
**Publicado en "Médicos y pacientes"