Hace apenas unos días un lector de “La Kadena” me ha enviado un correo con un escrito acerca de la próstata que considero es altamente ilustrativo y a la vez esclarecedor para todos los hombres que se preguntan cómo lidiar con ella y prevenir males mayores cuando de la próstata se trata. Sin más preámbulo, hay les dejo con la explicación relajada que da un médico del asunto.
La Próstata
Es un órgano que abraza o cubre parte de la uretra, ubicada en la parte anterior del recto, debajo del bajo vientre en la zona interna perineal.
Imagínense la vejiga como si fuera un embudo, y que inmediatamente debajo en el pico hay una estructura en forma de nuez (la próstata) que la abraza y que cumple varias funciones, las más importantes son las hormonales y la elaboración de un fluido que se expulsa en el momento de la eyaculación (licor prostático) y que sirve para nutrir y facilitar la movilidad de los espermatozoides.
Con el tiempo va creciendo (esto es normal) y su tejido se va envejeciendo y poniendo fibroso (como todo nuestro cuerpo). Sin embargo por su ubicación, su crecimiento va obstruyendo el drenaje de la orina en forma progresiva, y eso ya no es normal.
Una precisión clara es que el tamaño de la próstata no tiene nada que ver con los síntomas, próstatas medianas o grandes pueden ser asintomáticas, y viceversa.
Vale decir que si en una ecografía de control le encuentran la próstata grande y no tiene síntomas, el urólogo que le diga que le tienen que operar, seguro que necesita dinero.
No está demás repetir el viejo axioma de la medicina: “los médicos no tratamos papeles (análisis, ni radiografías), sino pacientes”, esto significa que tiene que haber una congruencia entre los síntomas (lo que refiere el paciente), los signos (lo que encuentra el médico en el examen clínico) y los análisis.
Los síntomas más importantes son:
Nicturia (se levanta por la noche a orinar 2 o más veces); termina de orinar y siente que todavía falta algo y no sale; ha comenzado a comprar ropa interior de color negro porque sus trusas blancas quedan manchados de amarillo sin que se dé cuenta; cuando orina, en lugar de que el chorro caiga en el urinario se moja el piso (ya no hay fuerza en el chorro); si tiene que hacer un viaje largo, busca que la movilidad tenga baño incluido para orinar a medio camino porque no puede contener la orina; si toma licor en regular cantidad, después de un rato puja tanto para orinar que le pueden salir hemorroides; cuando va a una recepción escoge la mesa que está más cerca del baño; y se levanta a cada rato anunciando que te han llamado por el celular que está con modo “vibrar” para disimular, etc. Lo curioso es que la próstata inflamada o crecida, no se afecta en su función sexual, o sea que la respuesta erótica es normal.
Los signos más importantes para el urólogo son:
Verte que no llena ni la mitad del tarrito de tomar muestra de orina que le dio; la ecografía muestra que en lugar del tamaño de una nuez tiene el tamaño de una pepa de palta (semilla de aguacate); su PSA (Antígeno Prostático Específico en sangre), está más o menos normal, pero si está muy alto puede sospecharse de un cáncer; y finalmente el examen rectal (terror de los hombres, no es broma) indica crecimiento prostático.
Ahora bien, por temor ¿a qué?, ¿a que le duela, o a prejuicios malsanos? Por eso les digo no se amilanen, dejen que los examinen.
Hay 2 tipos de patología claramente diferenciada en la próstata:
La Hiperplasia Benigna (adenoma benigno) y el Cáncer.
Uno no conduce al otro, así de simple; la gran mayoría de los diagnósticos (felizmente) son benignos, pero hay que saber que a veces el cáncer se disimula y da menos síntomas.
Conclusión:
Después de los 50 hay que examinarse por lo menos una vez al año para estar tranquilos. Toda esta operación no dura más de 30 segundos.
Así que mi recomendación es que dejen sus temores a un lado e incluyan dentro de los exámenes habituales que debemos hacer a esa edad (colesterol, electrocardiograma, etc.), el de la próstata.
Bueno, espero que ahora todos conozcamos mejor y podamos tomar conciencia del cuidado que debemos tener sobre este tema.
Para TVO-PERÚ:
Dr. Oswaldo Andrés Herrera Cavero
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima – Perú)