Estuvimos ayer en el Ministerio de Sanidad y Política Social, en una jornada sobre polimedicación y envejecimiento organizada por el colegio de médicos en colaboración con el ministerio, no estuvo mal pero no vino ni perri, si descontamos a los periodistas y a los que hablaban no creo que estuviésemos más de 10 personas.
De todos modos fue interesante, era la primera vez que estaba en el ministerio y, perdonen la catetura, pensaba que la cosa tenía más enjundia, al final no se diferencia tanto de una gerencia de un sistema de salud cualquiera, con sus funcionarios, sus bienvestidos, sus directorillos, etc... Lo más divertido estaba a la puerta, tuve que salir dos veces para hablar por teléfono, cosas de trabajo ya sabéis, la primera vez, mientras yo estaba a lo mio en la puerta, salia doña Carmen Peña rodeada de una nube de personas que se reían, también vi a un ciego con bastón, al principio pensé que sería algún director general, pero después me dije que los directores generales todavía ven menos, así que supuse que sería un subsecretario.
La segunda vez fue más divertida, era sobre las 4 y pico, y estaba con el sopor de la hora de la siesta por eso todo adquiría una consistencia más pegajosa, más como de mentira, como de programa de sobremesa de los que ves medio dormido y te van metiendo información subliminal para terminar de entontecerte, en la puerta del ministerio teníamos unos cuantos coches BMW y Mercedes, cada uno con su chófer muy bien vestido, también,salían del ministerio a algunas señoronas con pinta de pijas de consejería venidas a menos y la salida estrella, la que anuncian para después de la publicidad, Don Jesús Acebillo, presidente de Farmaindustria saliendo acompañado con una señora con pinta de secretaria eficiente y montándose en el BMW más despampanante del aparcamiento con el chófer mejor vestido de todos, también salía riéndose como los que acompañaban Doña Carmen. ¿Por qué se ríe tanto la gente que se monta en estos coches?...