La quínoa como fuente de proteínas

Por Blogdefarmacia.com

La quínoa es un pseudo-cereal conocido desde hace cientos de años en la región andina de América del Sur (en países como Perú y Ecuador).  En el resto del mundo, sin embargo, solo ha empezado a ser utilizado en los últimos años. La quínoa es un pequeño grano de sabor muy suave (recuerda a la nuez) que puede ser preparado de diversas maneras. Es una excelente fuente de proteínas, minerales (especialmente hierro y calcio) y vitaminas de todo tipo.

Al tener un mejor balance de aminoácidos que otros cereales que resultan incompletos (como el arroz y el trigo), está especialmente recomendado en caso de dietas vegetarianas o en regímenes para bajar de peso. Otra de las razones por las que cada vez más personas deciden incorporar la quínoa en la mesa de todos los días es la facilidad con la que se puede preparar (además se adapta perfectamente tanto a preparaciones dulces como saladas).

Para cocinar la quínoa solo necesitamos lavar las semillas varias veces (están recubiertas por saponinas) y enjuagarlas para quitar restos de elementos como pequeñas piedras y partículas de polvo. El tiempo de cocción que necesita la quínoa es de solo 15 minutos. Sabremos que está a punto cuando veamos un pequeño hilo que sale alrededor de cada grano y lo cubre a su alrededor.

Después de cocinar la quínoa podemos agregarla en sopas, prepararla en forma de guisado, o hacer masas (la pizza de quínoa es muy sabrosa). Otra de las opciones a nuestra disposición para aprovechar las proteínas, vitaminas y minerales de la quínoa es preparar una leche a partir de estas semillas. Después de cocinarlas debemos procesarlas con un poco de agua en la licuadora. Finalmente debemos filtrar con un lienzo de algodón (los restos pueden servir para preparar una masa o hacer galletas).