La regla, símbolo según Boucher, de la precisión en la ejecución, es junto con la espada que defiende y el ojo que vigila, uno de los tres elementos que componen la joya del Experto, aquel oficial que vigila nuestro rito y trabaja para la perfección simbólica de nuestro ritual. Therese Willekens en su libro La Plomada nos cuenta que el Experto, cuando entra el recipiendario por la puerta baja y estrecha, pone la regla como dintel. Se hace la entrada al Templo bajo la ley de lo fijo, lo establecido, lo recto y a la vez lo infinito que representa la regla.
Tomando las palabras de Mainguy: "La regla utilizada de la manera correcta ayuda al masón a encontrar la medida, la precisión y la corrección en su conducta, el orden inherente a todas las cosas, la disciplina diaria, la presencia en el instante, la atención a todo lo que hace, la constancia en su libremente asumido compromiso de realizar la construcción de su templo interior."
Esta herramienta, de las llamadas pasivas, las que no implican acción, nos sirve para limitar el espacio y el tiempo, para medir, para dibujar, nos acompaña en los grados de construcción y nos inspira por su uso en lo limitado y su intuición de lo infinito.Masonería Mixta Internacional