Algunos piensan que estar bien alimentado consiste en llenar el estómago con alimentos de cierta calidad. Sin embargo, no es lo mismo estar bien alimentado que estar bien nutrido.
La alimentación es un acto consciente: vas al supermercado, eliges los alimentos, los preparas de un modo determinado y luego los masticas y los tragas. Pero una vez que llegan a tu estómago empiezan a suceder una serie de procesos relacionados con ellos que ya no dependen de ti.
Esa es la parte inconsciente, y es la que tiene que ver con la nutrición.
Estar bien nutrido significa que a tus células van a llegar en perfecto estado los nutrientes que contienen los alimentos. Y eso sólo sucederá si se cumplen toda una serie de premisas.
Algunas de ellas son:
Masticar muy bien la comida.
Combinar adecuadamente los alimentos.
No añadir vinagre a lo que comes.
Evitar el postre.
No ponerse de lado o completamente tumbado si uno va a hacer la siesta.
Si no tienes en cuenta estas y otras premisas, es muy probable que tus digestiones no se hagan adecuadamente (lo cual, no necesariamente ha de notarse), y eso tendrá un efecto inevitable: que los nutrientes se degradarán hasta convertirse en toxinas.
Pero claro, tus células no quieren toxinas, quieren nutrientes; y de la mejor calidad posible. Porque son ellos los que les van a permitir mantenerse en perfecto estado, regenerarse y poder llevar a cabo normalmente todas sus funciones.
Tengamos en cuenta que las células conforman tejidos, los tejidos órganos, los órganos aparatos, y los aparatos el organismo.
Según esta lógica, si las células están dañadas o deterioradas por un exceso de toxinas, todo lo que esté construido a partir de ellas se verá igualmente afectado.
Lo anteriormente citado posee una importancia capital en la vida del ser humano, porque de este análisis se desprende una conclusión: cuantas menos toxinas haya en tu organismo tanto más sano y joven te mantendrás.
Así de simple.
Y hablando de juventud, en mi opinión, no es algo que tenga que ver con la edad. Es un estado del ser. Es una forma de sentir y de actuar en la vida (de un modo fresco, abierto, creativo, renovador, entusiasta y amoroso).
Una condición de gran salud, equilibrio y vitalidad que impregna el cuerpo, y que te hace sentirte de maravilla dentro de él.
Sobre el Autor
Carlos Lacomba Verdés , educador para la alimentación, la salud y el bienestar; especializado en el origen emocional de las enfermedades y en desarrollo personal .
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