Los incas fueron politeístas y la mayoría de sus dioses representaban elementos de la naturaleza, cada uno de ellos tuvo atributos particulares. La religión estaba presente en cada ámbito de sus vidas. El culto y la organización religiosa de las festividades estuvieron encargados a los sacerdotes, el principal era el Huillac Umu.
Se utilizaron una diversidad de productos rituales como el maíz, la ropa fina (de cumbi), la hoja de coca y la concha marina llamada mullu (spondylus). Durante el año los incas celebraban diversas festividades, que generalmente correspondían a una etapa en las actividades agrícolas y los cambios climáticos.
DIVINIDADES INCAICAS
HUIRACOCHA
Se le atribuye el ordenamiento del mundo y según los mitos, Huiracocha había salido del lago Titicaca e inmediatamente había hecho aparecer el Sol y la Luna y había dispuesto que iluminaran el mundo de día y de noche.
SOL
Llamado Inti o Punchao, fue considerado como el padre de los incas. Es un dios fertilizador que fue conocido en los Andes antes de los incas pero con ellos logró convertirse en una divinidad pricipal.
LUNA
La Luna o Mama Quilla fue la contraparte femenina del Sol y se la consideraba su esposa. Su culto, anterior al imperio incaico, se relacionó desde un principio con la fertilidad y la veneración a los muertos.
PACHAMAMA
Pachamama o Madre Tierra fue la divinidad relacionada con la agricultura y los recursos proporcionados por la tierra. Teniendo en cuenta la importancia de la actividad agrícola en los Andes, se puede entender la extensión y fuerza que tuvo el culto a esta divinidad.
PACHACÁMAC
Considerado como una versión de Huiracocha, fue la divinidad más importante de la costa central. Se creía que a través de los movimientos telúricos, daba vida a la tierra, además, se le atribuyo la capacidad de otorgar alimentos.
LAS HUACAS
La palabra huaca definía todo lo que era sagrado y correspondía tanto a dioses como a sus santuarios, representaciones, lugares y objetos de culto, así como a algunas personas. En este vasto mundo religioso, también se considero sagradas a las conopas o madres de los alimentos, las pacarinas o lugares donde se pensaba que habían salido los hombres, las momias de los antepasados o malquis y los apus o espíritus de las montañas.
LOS APUS
Especial lugar tenían los apus o espíritus de las montañas en el panteón de divinidades incas. Este carácter divino conferido a los apus se sustentaba en la creencia que los cerros y montañas eran generadores de hombres y de pueblos. Por ello, fueron tratados como personajes que tenían nombres y que a pesar de su calidad divina se alimentaban, sentían, hablaban y sufrían. Cuando estaban contentos, eran seres benefactores y generosos; en cambio cuando eran ofendidos, podían ser castigadores. La importancia de las montañas se deriva de su relación con la generación de agua. De las montañas nacen miles de ríos y manantiales que proporcionan el agua. En una sociedad netamente agrícola, el agua constituyo un elemento esencial para la vida; por ello, este siempre estuvo ligada a los apus. Aún hoy en muchos pueblos de los Andes se mantiene esta creencia y se realizan rituales y ofrendas a los apus.