Nuestra imagen profesional siempre debe estar a salvo. Nuestra imagen privada debe mantenerse eso, privada. Por ello, debemos saber que la información colgada en Internet permanecerá durante años expuesta a la vista de nuestro jefe y nuestros colegas. Si no queremos que se vea, no la expondremos.
Vamos a crearnos una marca personal con gancho, que aporte innovación. La información en la red debe tener un buen mensaje, bien definido, y un estilo cordial y amable, porque en Internet funciona "el buen rollito".
Sobre todo, debemos revisar las opciones de privacidad de las redes sociales. Y tener un riguroso cuidado con las fotos que subimos a nuestro perfil y lo que escribimos, tanto en el nuestro como en el de otros. Es realmente grave no reflexionar sobre los contenidos que subimos ya que, a veces, somos nosotros los que nos comprometemos al dejar algún comentario.
Es importante seleccionar con cuidado los contactos virtuales y responsabilizarnos, no solo de lo que publicamos, sino también de las conversaciones con los amigos.
Mejoraremos nuestra imagen virtual si nos preguntamos para qué tenemos un blog o un perfil en una red social. Finalmente, debemos recordar que un perfil se construye, no solo con lo que nosotros publicamos, sino también con lo que aportan los demás.
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