Un
estudio realizado por la Universidad de Emory (EE. UU.) indica que el consumo de cloruro de sodio aumenta el riesgo de padecer
una angina de pecho, y que tiene el mismo efecto que fumar, dado que reduce la
velocidad de reserva del torrente sanguíneo coronario. Los científicos contaron
para su estudio con 143 parejas de gemelos masculinos de 50 y más años de edad.
Primeramente los especialistas identificaron con un cuestionario especial la
cantidad de sodio que ellos han consumido durante los últimos 12 meses. Después
procedieron a suministrar alimentos con exceso de sodio a uno de los hermanos. Al
examinar a los voluntarios un poco después, los médicos revelaron que la
velocidad de reserva del torrente sanguíneo de los que consumieron más sodio es
mucho más baja de la norma. Además, el índice de la medida bajaba un 10% con
cada gramo adicional de sodio al día, que es equivalente a 2,5 gramos de la sal
común. Los resultados de la investigación demuestran que los adultos que
sistemáticamente consumen sodio podrían
tener problemas con el suministro de sangre al corazón, que puede llevar a una
estenocardia u otras enfermedades cardiacas. El mejor modo de reducir el nivel
del sodio en el organismo es disminuir el consumo diario de sal. La dosis recomendable
fluctúa entre 3,5 y 4 gramos al día, pero los autores del experimento aconsejan
a las personas mayores de 30 años de edad, diabéticos, a quienes tienen
problemas con la presión arterial alta y los riñones limitar la dosis hasta 1,5
gramos diarios.