La salud es un gran tesoro sin igual,del cual, la conciencia es su guardián.Al descuidarla, se es flor de rosal,
Ni la plata, ni el oro, ni las joyas,podrán de tal forma restaurarla,que estuviera, como si se la hubieracuidado de la forma correcta.
Es la niña que hay que mimar,cuando en su juventud está;así, no se comienza a alejar,aburrida del que no la supo amar.
Aunque siempre esté la esperanza,de volverla a recuperar.Mejor cuidar a esta riqueza,para angustias extras no afrontar.
Javier R. Cinacchi